Unos se hicieron hombres de negocios, otros siguen aferrados a las canchas y otros son nuevos astros, pero de la política. Los ex seleccionados que defendieron los colores de Ecuador en los mundiales del 2002 y 2006 ahora juegan un nuevo partido, fuera del gramado.
La mayor figura pública actualmente es la del ex golero José Francisco Cevallos (41 años), actual ministro del Deporte. Junto a él trabaja Luis ‘Chino’ Gómez (40). Ellos fueron dos de los héroes de Ecuador durante el proceso de eliminatorias para el Mundial de Corea-Japón 2002 y durante esa cita ecuménica. Pero, ¿qué sucedió con los otros jugadores de aquel plantel y del que llegó al Mundial del 2006? LUNES DEPORTIVO les siguió la pista.
Johvanni Ibarra administra locales y aún sueña fútbol Muy ‘fashion’, con un jean celeste, camiseta negra, zapatos color café y una amplia sonrisa, Johvanni Ibarra recibe a los clientes en las boutiques Piazzabella, que gerencia junto a su esposa, Viviana Chalá. Tienen un local en el Centro Comercial Iñaquito (CCI) y otro en el Mall El Jardín, en el norte de Quito.
La tarde del pasado miércoles, el ex golero de El Nacional, Deportivo Quito e Independiente del Valle dio detalles sobre su vida fuera de las canchas, mientras su esposa ordenaba la mercadería de la pequeña bodega en el CCI.
Ibarra fue suplente de José Cevallos en el combinado que llegó a la cita de Corea y Japón en el 2002. No tuvo opciones de atajar, pero mantiene fresca en su memoria la experiencia de estar en un torneo de ese nivel. “Fue justo cómo nos dijo el profesor (Hernán Darío) ‘Bolillo’ Gómez, fuimos a aprender y a disfrutar del Mundial”.
Ibarra aún se aferra al fútbol, pues dice que sus reflejos se mantienen intactos. Durante estos tres primeros meses del año, el guardameta se entrenó por su cuenta. Alterna sus prácticas con las labores en las boutiques con el apoyo de su esposa Viviana.
“Este local será el sustento de nuestras hijas (Daniela, 18 años; Geovanna, 12 y Camila, 9) cuando me retire del fútbol”, aseguró el ex golero de la Tri, quien está en conversaciones para atajar este año por El Nacional. Una vez que el meta de 43 años se retire por completo del profesionalismo, su otra aspiración es ser director técnico. Para ello, planea viajar a Argentina para estudiar y graduarse. “Así podré dirigir al ‘Nacho’ de mis amores y pretendo también dirigir en el extranjero”.
Juan C. Burbano ahora dicta cátedras de fútbol Alterna los calentadores con el saco y la corbata. El horario de Juan Carlos Burbano, con 41 años, parece copado. El ex volante mundialista en el 2002 aprovechó el tiempo que tuvo luego de jugar durante 15 años, principalmente en El Nacional (hasta el 2004). Viajó a Argentina, en donde sacó el título del director técnico. Además, sacó un título como ingeniero comercial graduado en la Escuela Politécnica del Ejército (Espe).
En la Universidad de las Américas (UDLA), durante las mañanas imparte clases teóricas y prácticas sobre Deportes y Dirección de Entidades Deportivas desde hace tres años. Mientras que en la tarde, enseña los fundamentos del fútbol a chicos en el Rancho San Francisco y a estudiantes del Colegio Americano. Adicionalmente, entrena a mujeres que gustan del fútbol.
“Hay tiempo para todo”, sostiene el ex volante de marca, que ahora se enorgullece porque tuvo de compañeros a los actuales referentes de la Tri. Antonio Valencia, Jorge Guagua y Christian Benítez eran nacientes figuras en El Nacional cuando él integró el combinado que llegó a Corea y Japón 2002. “Puedo decir que tuve la suerte de jugar con ellos”.
Dejar el fútbol profesional no le fue tan complicado, porque el tener un “claro proyecto de vida” facilitó su futuro. Sin embargo, aún recuerda el aroma del camerino en aquel torneo nipón, la ansiedad del debut mundialista y el cariño de los japoneses.
En su domicilio tiene guardadas las camisetas de la Selección. Antes poseía cuadros y recortes de periódicos colgados en las paredes Pero prefirió retirarlos, porque asegura “que los recuerdos se los lleva en el corazón”.
Ulises de la Cruz velará por su Carchi
El recientemente elegido asambleísta del Carchi, Ulises de la Cruz es una de las figuras más representativas de la provincia en el aspecto político.
Piquiucho, su lugar natal, es un pequeño poblado perteneciente al cantón Bolívar, en Carchi. En la localidad afroecuatoriana ubicada en el límite con Imbabura, junto a la Panamericana Norte viven cerca de 300 familias.
En el lugar el nombre de Ulises de la Cruz es tan popular como el pan o el fréjol. El ex futbolista le cambió la cara a su tierra natal y ahora, a sus 39 años de vida, dejó la cancha de fútbol por la política.
De la Cruz fue designado asambleísta provincial en el último proceso electoral. Actualmente, en su nueva función dice que tiene mucho por hacer. “Mi partido apenas empieza. En esta otra cancha de la vida, el gol aún no ha llegado”.
“Yo soy gente de pueblo”, exclama. Recuerda que nació en un sitio en donde hay muchas necesidades y que en su papel de representante político de la provincia en la Asamblea no va a ganar solamente un salario. “El fútbol quedó atrás porque debo ser responsable, ya que el pueblo me eligió como su representante. Me dedicaré a la provincia y viviré en Tulcán”.
Durante su campaña electoral utilizó una frase: “Graduado en la universidad de la vida”. Eso significa que no se necesita un nivel académico para servir al país. “Los que nacemos en diferentes situaciones -agrega- tenemos talento para llegar a construir nuestros sueños”. Vestido elegantemente, con traje y corbata, procura demostrar que asume con mucha responsabilidad su nuevo papel. El ir y venir por su provincia lo ayuda a mantenerse en forma, pues ya no trota alrededor de una cancha ni salta conos ni elude rivales. Pero, para llegar a esta instancia se alejó de Liga de Quito casi en silencio. No se anunció su salida. Al final de la temporada pasada de pronto “desapareció”, y reapareció con los colores del partido gobiernista Alianza País.
“En los recorridos que hice pude conocer más a fondo a la gente y a los lugares más escondidos del Carchi. Me encontré con personas que tienen muchas necesidades. El que está en la ciudad lucha por el comercio, en los espacios rurales buscan vivienda digna, los agricultores quieren microcréditos… Nosotros podemos aportar para que eso se consiga”, afirmó el ex mundialista en Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.
Nicolás Asencio también forma parte del Gobierno Tiene apenas tres meses desde que decidió decir adiós a las canchas. El último club que defendió fue el Grecia, de Chone, en el torneo de la Serie B del año pasado. Ahora, también pasará al grupo de funcionarios públicos.
Nicolás Asencio, quien formó parte de la histórica nómina del Mundial 2002, ocupará el cargo de coordinador de la Zona 5 del Ministerio del Deporte. Justamente es el sector de su natal provincia de El Oro, en donde nació hace 37 años. Por eso lució ajetreado durante la mañana del pasado jueves, en el Ministerio del Deporte, en el norte de Quito. Varias personas se acercaron para conversar con él, pero finalmente, la ex atleta Martha Tenorio fue quien lo capturó para sostener una reunión.
Asencio lucía un pantalón capri largo de color habano y camisa negra. Bajo el brazo portaba una maleta de cuero negra. Hace tres meses vestía de corto y en la mano solía llevar sus zapatos pupos.
“Así cambia la vida. Ayer como deportista y ahora como una persona que quiere ayudarlos”, dijo asumiendo su nuevo rol, del cual espera empaparse bien en estos días. Sin embargo, su rutina empieza tal como era en su etapa de profesional. Se levanta a las 07:00, se ejercita con trotes o en un gimnasio y juega fútbol por las noches con sus amigos. “El clasificarnos al Mundial fue la mejor experiencia de mi vida. Realmente disfruté mucho en esa aventura a Japón”, se congratuló mirando hacia el cielo, adoptando una pose nostálgica.
Iván Hurtado también defenderá desde la Asamblea
Tiene la agenda copada. Reuniones, entrevistas, viajes, pero aún así se da tiempo para ‘pelotear’ con sus amigos y familiares “es algo que lo llevo en la sangre, no mover el pie es imposible, es algo que va ser difícil dejar”, expresa mientras coordina algunos temas del gremio de futbolistas que pronto dejará cuando asuma sus funciones como asambleísta nacional.
Sentado en la oficina principal de la agremiación, el ex capitán de la Selección, Iván Hurtado, de 38 años, aún se acuerda, se emociona, siente nostalgia al hablar de los partidos de eliminatorias y de los dos mundiales que jugó. Confiesa que aún cree que es parte de la Tri, a pesar de que, desde la Copa América 2011, no la integra.
Ya no habla en tercera persona como cuando respondía alguna pregunta en los estadios o entrenamientos. Ahora ‘Bam Bam’ Hurtado habla como todo un político (fue elegido asambleísta nacional por el partido de Gobierno en las pasadas elecciones del 17 de febrero). Se refiere a la revolución, comenta de leyes, de elecciones, pero no deja de opinar de lo que más le gusta: el fútbol.
Sus fotos con la camiseta tricolor adornan su oficina. Él las mira con añoranza y enseguida se pone a hacer cuentas de los puntos que necesita Ecuador para clasificarse al Mundial de Brasil.
Con entusiasmo, el ex deportista esmeraldeño dice que faltan siete partidos para que termine la eliminatoria y aconseja: “los seleccionados tienen que jugar estos partidos con la idea de que Ecuador será una de las selecciones clasificadas, hay que hacer respetar nuestra localía, como lo hicimos nosotros”.
La política, en donde decidió incursionar en las últimas elecciones, no le ha cambiado la vida, según afirma. Sigue ligado al fútbol y no es raro verlo participando en partidos amistosos en canchas sintéticas de Guayaquil en donde se reúne con ex compañeros como Marlon Ayoví, José Francisco Cevallos, entre otros. Su teléfono no deja de sonar, las obligaciones lo esperan.
Otros ex jugadores siguen vinculados al balompié Ex futbolistas como Marlon Ayoví y Alfonso Obregón siguen ligados al mundo del fútbol. El primero es coordinador del club Ferroviarios, equipo de la Serie B. Y el segundo, que fue ídolo en Liga (Q), es el gerente deportivo de Liga de Portoviejo, que está en la Segunda categoría. Ambos participaron con la Selección en la cita de Japón y Corea 2002.
La mayoría de jugadores de esa Selección dejó la actividad. Solo Augusto Poroso, el zaguero central, sigue dando batalla en el Pilahuín Tío, equipo de la Segunda categoría. Él dice que lo vivido con la Tricolor es inolvidable.
Otro ícono que sigue presente en la memoria de los aficionados es Agustín Delgado, quien es propietario del club Valle del Chota, una cantera de futbolistas que lamentablemente fue sancionado con 5 años de suspensión por no presentarse en la última fecha de la Serie B del año pasado.
A pesar de ello, el ‘Tin’ es un empresario exitoso. Posee una hostería en Ibarra, a la cual acuden turistas para disfrutar de la gastronomía, las comodidades y las piscinas del lugar. Además, cuando el ex ariete que brilló en los mundiales del 2002 y 2006 está presente, nunca se niega a firmar autógrafos o a tomarse fotos. Al igual que sus compañeros Hurtado y De la Cruz, Delgado también será asambleísta. Él fue elegido por la provincia de Imbabura.
Mientras que Raúl Guerrón, cuestionado por los hinchas que presenciaron el proceso eliminatorio del Mundial 2002, aplaudieron su accionar en esa cita ecuménica en la tierra del Sol Naciente. El zurdo reside en su natal El Juncal. Los viernes, por las tardes, suele jugar largos partidos de ecuavóley con sus amigos. Su hermano Hugo y su sobrino Joffre también han integrado la Selección, pero sus apariciones han sido menos importantes para el equipo.
Asimismo, hay casos como los de Iván Kaviedes, alternante en Corea-Japón 2002 y figura en Alemania 2006, que hasta el año pasado militó en el Aucas de la Serie B. Hoy, nadie conoce con certeza sobre su destino.