En Chillo Jijón, 120 jugadores juveniles viven el sueño de ser profesionales. Foto: Javier Cazar / API
Ser capitán en un equipo de fútbol, no solo es portar un brazalete en el uniforme, sino asumir un liderazgo dentro del plantel, y ser el representante en la solución de conflictos.
Bajo este concepto, en las categorías formativas de Independiente del Valle se rota la capitanía, para que cada jugador busque asumir ese rol.
Según Roberto Arroyo, coordinador de las divisiones menores del cuadro de Sangolquí, esta política permitió que los jugadores se sientan importantes no solo para su equipo juvenil, sino para el club. “Con estas decisiones, buscamos que los chicos también destaquen fuera de la cancha”.
En el complejo de Chillo Jijón habitan 120 chicos, quienes pretenden convertirse en jugadores de fútbol profesional.
Dedican las mañanas para entrenarse y por las tardes, acuden a la Unidad Educativa que existe en el predio deportivo, ya que es una exigencia institucional destacar en ambos campos.
Jeampaul Herrera, oriundo de Babahoyo, apostó por este modelo deportivo. Pedro Vite, tío de Jefferson Montero, fue quien lo convenció de ir a Independiente cuando tenía 10 años de edad. Hoy destaca como zaguero central en la Sub 12 negriazul. “Este año jugamos en Brasil contra Colo Colo, Palmeiras y San Lorenzo. Esos torneos nos ayudan a ser más competitivos”.
Otro jugador que a temprana edad decidió ir a vivir en Chillo Jijón es Patrickson Delgado, nativo de Ibarra y quien es sobrino del goleador de la Tricolor, Agustín Delgado. “Crecí admirando a mi tío. La camiseta que me regaló del Southampton de Inglaterra es uno de mis mejores tesoros”.
Delgado es volante creativo y es considerado uno de los capitanes de la Sub 14 de los rayados. “Ponerse la camiseta de Independiente es una gran responsabilidad. Represento al futuro campeón del Ecuador”, señala convencido.
Para Ángelo Peralta Bonozo, la decisión de abandonar Guayaquil para perseguir el sueño de ser futbolista en Independiente le cambió la vida.
Él junto con Gonzalo Plata, Emerson Espinoza y Javier Lucio, probaron sus cualidades futbolísticas hace cuatro años y fueron aceptados. Los cuatro hoy forman parte del equipo estelar de la Sub 16 de los negriazules.
“Cuando llegué, me encantó el trato que les brindan a los jugadores”, señala Billy Arce Mina, esmeraldeño que hace cuatro años vive en Chillo Jijón y que en la actualidad es uno de los goleadores de la Sub 19, con siete tantos en ocho partidos del torneo nacional.
Arce cuenta con orgullo que de su promoción, Bryan Corozo y Anthony Landázuri ya pasaron a formar parte del equipo de Primera. “Espero pronto sumarme a ellos”.
Librado Azcona, oriundo de Caacupé, Paraguay, y capitán del equipo de Primera de Independiente, les recuerda a los jugadores más jóvenes que el esfuerzo es el pilar de los éxitos. “Las cosas lindas que hemos conseguido, hay que disfrutarlas al máximo, pero no vamos a conformarnos”.
Azcona, como el resto del plantel estelar, comparte con los noveles jugadores en el complejo de Chillo Jijón, y buscan apoyarlos.