Las emisiones del escape constituyen una guía para determinar el estado del motor de un auto.
Cuando prendemos nuestro vehículo por las mañanas o después de que ha pasado varias horas apagado, pocas veces ponemos atención al humo que sale por el tubo de escape. Solo nos preocupa que prenda sin problema para arrancar e ir a nuestro destino.
No obstante, un chequeo periódico de ese humo del escape nos ayuda a tener una idea del estado del motor, o de un posible problema, si no funcionara bien
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Cuando el motor alcanza su temperatura óptima de funcionamiento no debe producir un humo demasiado visible por el escape. Si ello sucede es señal de la existencia de algún problema.
Es importante distinguir la coloración del humo del escape, ya que ello nos puede proporcionar importantes pistas sobre averías existentes o potenciales del motor.
Emisión de humo blanco
Si el humo que sale por el escape es de color blanco, en principio no hay motivo de preocupación, ya que probablemente es solo vapor de agua resultante de la mezcla de los gases calientes del escape con la condensación acumulada dentro del tubo o del catalizador. Sin embargo, si el humo no desaparece una vez que el motor se ha calentado, podría tratarse de un problema grave, pues se estaría quemando el líquido refrigerante o el agua del motor. Esto lo puede producir una abertura o ‘sopladura’ en el empaque del cabezote o una posible grieta en el bloque motor. Esta última avería suele ser muy seria y su arreglo implica un costo económico significativo.
Es importante dar pronta atención a una emisión de humo blanco permanente, ya que el problema podría agravarse. Una fuga del líquido refrigerante siempre implica el riesgo de sobrecalentamiento en el motor.
Asimismo, el refrigerante puede llegar a mezclarse con el aceite y causar serios problemas de costoso arreglo para su vehículo.
Emisión de humo azul
El humo azul despedido por el escape suele significar que el motor está quemando aceite en exceso. Suele producirse al encontrarse desgastados los sellos y las guías de las válvulas o los anillos del pistón. El aceite pasa del cilindro a la cámara de combustión, donde se quema el combustible.
Ante la aparición de humo azul, es conveniente revisar el nivel de aceite con periodicidad (al menos una vez por semana), completar el nivel de aceite faltante en el motor y realizar una pronta reparación parcial o total de las piezas defectuosas del motor, pues estas seguirán desgastándose y el problema se agravará.
También suele darse por la utilización de un aceite con la viscosidad inadecuada que, una vez que se calienta, se vuelve muy liviano y se escapa a la cámara de combustión a través de los sellos de las válvulas o los anillos del pistón.
Otra de las razones por las que puede salir humo azul es la posible señal de un problema en el turbo, en el caso de los vehículos que equipen ese dispositivo, lo cual amerita una pronta reparación o sustitución.
Emisión de humo gris
En los autos con motores de gasolina, la emanación de humo gris suele ser difícil de diagnosticar, incluso para los expertos, porque podría indicar problemas muy variados que ameritarían una revisión mecánica más exhaustiva.
Al igual que con el humo azul, el motor podría estar quemando aceite o el turbocompresor pudiera estar defectuoso. En cualquiera de estos casos, las acciones que se deben seguir son las mismas que se detallaron antes.
Además, el humo gris podría significar un mal funcionamiento del sistema de ventilación positiva del cárter, controlado por una válvula denominada PCV. Afortunadamente, las válvulas PCV no son caras y el problema puede ser resuelto de manera sencilla por cualquier mecánico.
No es frecuente en motores modernos, con inyección electrónica de combustible y catalizador, pero en los de carburador podría indicar una mezcla demasiado rica, que es un excesivo paso de gasolina y escaso flujo de aire hacia el motor.
Emisión de humo de color negro
Como en el caso anterior, el humo negro suele presentarse con relativa frecuencia en los vehículos de carburador, en los que la entrada de aire y gasolina se calibra de manera manual, y no en los de inyección, en los que ese proceso lo hace la unidad electrónica central (ECU) o computadora, a través de sensores y actuadores.
Una mezcla rica puede deberse a varios factores. El primero y más sencillo es un filtro de aire muy sucio. Cuando llega a taponarse reduce automáticamente la entrada del aire hacia el carburador.
De ese modo, la dosificación de la mezcla se descompensa y, cuando el motor aspira, la succión de gasolina es proporcionalmente mayor que la de aire. Es necesario cambiar el filtro inmediatamente.
Otra causa sería una presión de la bomba de combustible demasiado elevada. En ese caso, es necesario realizar una inspección visual y/o eléctrica del regulador de la misma, para determinar si funciona adecuadamente o se requiere reemplazarla.
Otra posible causa de la emanación de humo negro por el escape es una regulación incorrecta del ralentí. Si al estar su vehículo encendido con la palanca de cambios en neutro y el motor en temperatura óptima usted lo escucha acelerado o el tacómetro marca más de 1 000 revoluciones por minuto, debe hacerlo recalibrar, entre las 750 y las 900 rpm.
Además de botar humo negro, su vehículo está consumiendo más gasolina y generando más contaminación.
Cabe aclarar que los humos grises y negros no deben confundirse con aquellos que emanan los motores alimentados por diésel, en cuyo caso corresponde al material particulado que genera ese combustible al ser menos refinado que la gasolina, un fenómeno que suele darse sobre todo en la altitud de la Sierra.