Una de las gamas que más se ha beneficiado de los sistemas de ayuda a la conducción es la del Civic, esta incluye numerosas innovaciones. Foto: autoevolucion.com
La carrera por crear vehículos amigables con el medioambiente y con un óptimo desempeño es la tarea actual de todas las marcas.
Ninguna casa automovilística descarta la posibilidad de vivir en un futuro ‘verde’, en el que la contaminación se reduzca.
Es por eso que Honda ha implementado en ciertos vehículos los nuevos desarrollos mecánicos que han logrado sus ingenieros. Un ejemplo de esta labor es el exclusivo sistema IMA (por sus siglas en inglés, Integrated Motor Assist), que combina un motor eléctrico con uno de gasolina. Esta innovación se vio implementada y comercializada por primera vez con el Honda Insight, que fue el primer automóvil híbrido vendido en Europa y en Estados Unidos.
Esta novedad también se puso de manifiesto en el Honda CR-Z, el primer cupé híbrido del mundo, según reveló la marca japonesa.
En la actualidad, la firma inició una nueva era de trabajo con la tecnología Earth Dreams, que busca integrar tecnología de punta en sus motorizaciones diésel.
Bajo esta filosofía, Honda integró cuatro ejes fundamentales para alcanzar un desempeño ideal: un sistema de reducción de la fricción mecánica, un turbocompresor inteligente, un sistema de inyección de combustible y flujo de aire muy avanzado y componentes mecánicos de bajo peso. Gracias a estas mejoras se logró reducir la fricción mecánica de los propulsores al nivel de un motor de gasolina.
La marca también ha incursionado en la tecnología vehicular híbrida. Foto: autoevolucion.com
Todo esto se ha sumado también a la incorporación de nuevos sistemas de ayuda a la conducción como la alerta de ángulos muertos, las luces de carretera automáticas, la alerta de colisión frontal, entre otros que, dependiendo del modelo, pueden ser incorporados de serie o como equipamiento adicional.