A la derecha Pedro Peralta y Ana Carolina Alvarado ecuatorianos residentes en Brasil quienes asistirán al partido de hoy frente a Honduras. Están en el restaurante Jardins Grill de la ciudad de Curitiba.
Foto Patricio Terán
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Los superhéroes empezaron a patrullar el perímetro de la Arena da Baixada, en Curitiba. Los alteregos de estos héroes son unos ecuatorianos que cuando viene a alentar a la Selección se convierten en ‘hombres de acero’ de capa amarillo, azul y rojo.
Sí hay que ser de metal para, primero, soportar el frío que hace en Curitiba a esta hora (11:00) del viernes 20, día en el cual juega la Tri contra Honduras. La temperatura está en 9 grados centígrados, pero la sensación térmica es incluso menor.
El estadio está en medio de un barrio, rodeado de residencias, pequeños comercios. En la peque calle Buenos Aires frente a la entrada principal Osmand Veliz estaba temblando por el frío.
Él es de Naranjito. Ya va un mes en Brasil, se quedó en casa de se suegra Edileuza Lima en Sao Paulo, hace siete años se casó con una brasileña. Su plan es quedarse 45 días aquí y alentar a la Tri hasta dónde llegue.
Veliz y su amigo Abel Murillo amarraron una bandera azul, del Emelec, en la cerca de una casa y colocaron dos gorras tricolores. Los lugareños se sacaban fotos con ellos.
La afición ecuatoriana ya está en Curitiba para respaldar a la selección en su juego contra Honduras por el Mundial Brasil 2014. Foto: Marcos Vaca / EL COMERCIO
Ecuador hace presencia. Los superhéroes reconocen el campo donde tendrán que alentar con más fuerza, ahora sólo alistan gargantas.
Otros, por el momento, llevan mochilas en su espalda en vez de una bandera. Eric Piñeres es uno de ellos. Llegó a la madrugada en bus desde Sao Paulo y está en busca de entradas para el partido de la noche.
En el perímetro se siente el ambiente futbolero, el sol está de adorno por lo que las camisetas amarillas están escondidas debajo de las chompas. Seguro cuando empiece el partido en Curitiba los superhéroes abrirán su pecho para mostrar la camiseta de la Tricolor.
Los ‘flashes’ de los tricolores no se hacen esperar. Foto: Marcos Vaca / EL COMERCIO
