Hamilton: sus resultados al descubierto

Desde los 12 años, cuando firmó un contrato con McLaren, Hamilton recibió entrenamientos intensivos para convertirse en piloto de élite.

Desde los 12 años, cuando firmó un contrato con McLaren, Hamilton recibió entrenamientos intensivos para convertirse en piloto de élite.

La temporada 2007 de Fórmula 1 despertó muchas expectativas sobre el desempeño que tendrían algunos pilotos que cambiaban de escuderías (Alonso de Renault a McLaren y Raikkonen de McLaren a Ferrari, principalmente).

No obstante, la atención de muchos aficionados se desvió hacia el joven compañero de Alonso en la escudería británica.

Lewis Hamilton, pese a ser un novato en la máxima categoría, subió al podio en las nueve primeras carreras del año, ganó su primer gran premio en la sexta cita y terminó la temporada como subcampeón, firmando el mejor debut de un piloto en la historia de ese deporte.

Las estadísticas de su año de estreno en la F1 daban cuenta de que Hamilton era lo que comúnmente se conoce como un piloto superdotado. Pero ¿existe algún secreto adicional tras el talento natural de este piloto? La respuesta es sí.

El argentino Nestor Braidot, en su libro 'Neuromanagement', describe así su condición: "Lewis Hamilton trabajó en un entrenamiento cerebral avanzado, enfocado especialmente en la memoria visual y en aumentar las sensaciones, los canales de comunicación entre los hemisferios cerebrales y la velocidad de procesamiento de toda la información relevante para lograr un óptimo desempeño automovilístico.

Como resultado de este entrenamiento, su cerebro puede utilizar una mayor cantidad de puntos de referencia almacenados en su memoria visual, que le permiten percibir en forma anticipada cualquier desviación del camino deseado.

Hamilton también es capaz de realizar las correcciones necesarias con mayor antelación cuando ha errado en centímetros la trayectoria y frenada ideal. Esto le permite tomar decisiones a la velocidad que exige su profesión".

Entonces, ¿se puede adiestrar nuestro cerebro para adaptarse al cambio, a circunstancias extremas y lograr que no solo responda, sino que lo haga de forma adecuada? Una vez más, la respuesta es sí.

El ser humano no fue diseñado para responder naturalmente a los vertiginosos cambios que demanda la conducción de un monoplaza de F1, por lo que el adiestramiento y perfeccionamiento de capacidades son los complementos ideales del talento natural de cada persona.

No obstante, Hamilton también cometió errores conductuales y de comportamiento que incidieron en sus resultados. No ha ganado otro título después del 2008.

Los expertos dedujeron que un entrenamiento de tan alto nivel debió complementarse con la formación de su mente en el manejo de las emociones, también conocido como inteligencia emocional.

Su caso dejó contundentes evidencias de lo que un cerebro adiestrado puede lograr y también de lo que se debe incorporar. A ello se suma la parte física, en cuya preparación se hace mucho énfasis para agregar elementos tales como la resistencia y el manejo del estrés.

Pero todas estas capacidades no solo son útiles para los pilotos de F1. El entrenamiento de la mente, a través de determinadas técnicas y ejercicios, puede sernos de mucha utilidad en la conducción diaria.

La memoria visual está relacionada con la ubicación geográfica y espacial, además de que es una referencia sobre los ángulos de giro al curvar y el cálculo de las distancias de frenado y aceleración. Entrenar la mente puede ser el secreto para conducir mejor, e incluso la clave para evitar accidentes.

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