Gustavo Quinteros asume la Tricolor en un ambiente tranquilo, pero tampoco de completo orden y relax. Hay temas pendientes y tensiones que deben ser atendidos urgentemente por el nuevo estratega de la Selección, si desea tener éxito en esta nueva etapa.
1. El malestar de Antonio Valencia y Jefferson Montero
Una de las grandes razones que explican la caída de Sixto Vizuete es el distanciamiento del DT interino con respecto a Antonio Valencia y Jefferson Montero. No los citó para los dos últimos cotejos del 2014 y esto generó un profundo malestar, pues se estaba enviando el mensaje de que tanto Toño como Turbina son prescindibles, lo cual no era cierto. Quizás hacerlos descansar era lo oportuno en los dos primeros fogueos, sobre todo por el escabroso Mundial y las tensiones con la hinchada; pero Vizuete no podía dar por terminado de un manotazo la etapa de Valencia y Montero, quienes ahora (las vueltas del fútbol) están en su mejor momento en Inglaterra. Quinteros debe charlar con ellos y dejar en claro sus ideas, sobre todo con Valencia, quien disfruta del respeto de los seleccionados y sigue siendo el referente, el modelo, el ídolo.
2. El regreso de ‘Felipao’
El resurgimiento de Felipe Caicedo, quien disfruta de un gran momento personal, plantea a Quinteros la necesidad de acercarlo de nuevo a la Tricolor cuanto antes. Caicedo también estaba apartado del grupo luego del Mundial (la lesión contribuyó a eso) pero es momento de que el mejor 9 del país recupere su espacio. Caicedo es popular en el grupo y tenerlo de aliado es una carta segura de triunfo.
3. La leyenda de que Chiriboga impone jugadores
Vizuete y también en gran medida Reinaldo Rueda fueron afectados por la ¿leyenda?, ¿denuncia?, ¿descripción sacada de contexto? que hace tiempo hizo Hernán Darío Gómez sobre su paso por Ecuador. El ‘Bolillo’ dijo eso de que armaba una lista de jugadores pero que la FEF le armaba otra. Luego se desdijo y se dieron mil explicaciones; pero lo concreto es que Quinteros debe hacer todo lo posible para que esa fama no se le pegue. La credibilidad de su proyecto dependerá, no de su independencia para escoger a los jugadores, que la tiene, sino de la imagen de que en efecto posee el mando. La coherencia de su discurso y de sus convocatorias serán sus mejores armas para evitar este tema, que hace rato desgasta a la Tricolor.
4. El estilo de juego: amistosos útiles
Lo peor sería que Quinteros se tomara mucho tiempo para dar a entender su estilo. A él le gustan los equipos formado en 4-4-2, ofensivos, con mucho juego por las bandas. Punto. Tiene los jugadores para eso. Ponerse a experimentar en los amistosos daría a entender que está inseguro. Le conviene salir airoso de los amistosos con México y Argentina. Y airoso no es necesariamente como ganador de los partidos, sino como un DT que sabe parar al equipo y que tiene claro el panorama.
5. La Copa América: ¿qué hacer?
Ecuador siempre ha sido un desastre en la Copa América y, seamos honestos, nadie espera que en Chile se vea algo distinto al último lugar del grupo. Pero también es verdad que ya está bueno de hacer papelones y que ofrecer una buena imagen (jugar con orden y atacando, complicar al rival, luchar cada pelota…) serviría de mucho para afrontar las eliminatorias con ánimo y certezas.
6. Ser DT de Ecuador y no de Emelec
Suena obvio, pero el detalle de tener un entrenador de Selección salido de un club local es que siempre existen suspicacias. Por eso, Quinteros debe estar seguro de que los jugadores de Emelec que llame realmente servirán en la Tricolor. Ahora mismo, es muy difícil que el gran Miller Bolaños tenga espacio como titular en la Selección. Una vez más, todo dependerá de la coherencia del discurso con la práctica. Rueda prometió llevar al Mundial a los mejores, a los titulares en sus clubes, y no lo hizo. Eso lo minó ante la opinión pública. Esto no puede repetirse con Quinteros.
7. Tener resuelto con tiempo el tema de los premios
Por su bien, por su estabilidad y hasta por sentido común, ojalá el DT impulse la necesidad de que se llegue a un oportuno acuerdo entre jugadores y Federación sobre el espinoso asunto de los premios. La plata es un problema y debe ser afrontado con seriedad. Desentenderse de esto le costó a Luis Fernando Suárez. Rueda también pagó por esto, Sería terrible que empezaran las eliminatorias y los premios no estuvieran claros. Cuentas claras, amistades largas.