Gustavo Quinteros asumió el cargo el 16 de marzo. Ayer debió debutar en la Selección ante México, en el partido previsto en Los Ángeles. Foto: EL COMERCIO
Cuando Dusan Draskovic se molestaba con un futbolista, ya sea por mal comportamiento o porque fallaba en una jugada, el estratega se olvidaba del español y hablaba en yugoslavo.
“No se le entendía nada”, recuerda Raúl Avilés, exseleccionado, sobre el extécnico de la Tri, a quien le gustaba la puntualidad. “Si el entrenamiento era a las 09:00, era a las 09:00”.
No había multas para quien no cumplía con la disposición, pero sí un llamado de atención del estratega que asumió la dirección técnica de la Tri en abril de 1988. Hablaba también con sus jugadores cuando pasada una determinada hora seguían con las lámparas encendidas. En algunas ocasiones, recuerda Avilés, lo encontraban merodeando por los pasillos del Hotel Guayaquil para constatar que sus pupilos cumplían con las disposiciones.
La convivencia de jugadores profesionales dentro de una concentración es complicada, cuenta Alfredo Encalada, asistente en la Tri de Francisco Maturana y de Hernán Gómez, entre 1995 y 1997. Es por eso que a los estrategas les es necesario redactar reglas de convivencia. “Que no son nada del otro mundo”, añade Encalada.
Esas experiencias de los anteriores seleccionadores han sido recogidas por Gustavo Quinteros, que debutó ayer como DT de la Tri.
El seleccionador se reunió el miércoles con los futbolistas y puso las reglas que se aplicarán en su periodo, desde disciplina, metodología física y técnico-táctica y sistema de juego. Esto fue en el Hotel Fairmont, en Los Ángeles, Estados Unidos.
El preámbulo era necesario para Quinteros, después de conocer los incidentes que ocurrieron en el Mundial de Brasil. Por eso pidió, que de aquí en adelante, los temas entre jugadores sean internos y “no puertas afuera”.
Quinteros también se reunió individualmente, en el transcurso de la última semana, con Antonio Valencia, Frickson Erazo y Jefferson Montero. Estos dos últimos hicieron declaraciones de las reparticiones de los premios. También les dijo a los seleccionados que el capitán del equipo lo elige él.
Otro de los puntos es que los seleccionados no podrán hacer uso de los tiempos de concentraciones para filmar spots con sus patrocinadores individuales. Todos los técnicos que han pasado por la Tri, sin excepción, han llegado con sus reglas.
Franklin Salas, dirigido por ‘Bolillo’ Gómez, en el 2001, recita de memoria tres. El DT no les permitía cámaras de televisión y de fotos en los comedores; eran prohibidas las zapatillas y zapatos abiertos en el comedor. En el 2001 les exigió a los seleccionados que jugaran con zapatos de color negro.
Como nota curiosa, Salas y Vinicio Luna, jefe de logística de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), recuerdan que Gómez llamó la atención de Fricson George, Santiago Jácome y de Alberto Montaño por levantarse a la madrugada y entonar alabanzas por su religión. Eran cristianos, y según Luna, al ‘Bolillo’ le preocupaba que interrumpieran el sueño del resto de futbolistas.
Con Maturana estaban vetadas las gorras y sandalias en el comedor. Eduardo ‘Tanque’ Hurtado recuerda que el colombiano les enseñó a vestirse. “Nos decía que la gente te trata según cómo estás vestido”.
Draskovic, además de la puntualidad, priorizó el respeto. “Jamás tuvimos problemas como los que hay ahora”. Según él, el dinero que entregaba la FEF por alcanzar ciertos logros, se repartía en partes iguales. Su último premio fue de USD 6 000.
Ahora, para evitar especulaciones, Luis Chiriboga, presidente de la FEF, le dijo a este Diario que la repartición adicional de USD 4,8 millones que hubo en la Selección que estuvo en el Mundial de Brasil, fue la primera y última vez en la que intervinieron los jugadores.
Por eso se retomará para la siguiente eliminatoria la tabla de premios que rige desde 1998. Según Hugo Mora, tesorero de la FEF, esta es así: USD 10 000 por cotejo ganado de local, 12 000 de visitante y 6 000 por empate (de local o visita).
Con Maturana estaban prohibidos los celulares durante las concentraciones. Gómez fue más condescendiente, y les permitió su uso en determinados momentos, tal como lo hizo Draskovic, recuerda Avilés.
Con Rueda, los seleccionados tenían prohibido automedicarse y dar declaraciones fuera de la rueda de prensa.
Lo que no pudo controlar Rueda fue la presencia de patrocinadores en las instalaciones de la Casa de la Tricolor, algo que influyó en los horarios de las actividades planificadas.
Selección
El DT se reunió con los futbolistas, en Los Ángeles, para establecer las normas internas que regirán en su periodo. La FEF mantendrá la tabla de premios.