Gustavo Munúa, técnico de Liga de Quito. Foto: :Eduardo Terán / EL COMERCIO
Los últimos empates ante Barcelona y Emelec dejaron inconformes a los integrantes de la Comisión de Fútbol de Liga de Quito. Las razones del descontento volvieron a recaer sobre la gestión del entrenador uruguayo Gustavo Munúa.
El grupo dirigencial se reunió la noche del lunes 26 de junio por la tarde para analizar los partidos disputados por el cuadro ante los toreros y los azules y la campaña del entrenador uruguayo. Sin embargo, Rodrigo Paz -presidente honorario del club y uno de los hombres fuertes de la Comisión Económica– anticipó que la continuidad del charrúa no es segura para la segunda etapa del campeonato.
“Primero queremos salvar esta etapa y después veremos (la continuidad del técnico)”, expresó el directivo.
Bajo la dirección de Munúa, los universitarios suman ocho derrotas, 10 empates y apenas una victoria. Esto mantiene a los albos en la penúltima posición con 13 puntos de la tabla de posiciones, la peor campaña de un entrenador al frente de los universitarios.
Hace dos semanas, la Comisión de Fútbol mantenía su postura sobre la continuidad del estratega. Esto cambió tras las últimas reuniones.
Munúa, en tanto, mantiene su postura de seguir al frente del conjunto quiteño. Tras el empate (1-1) ante Emelec, expresó que a sus jugadores solo les hace falta asimilar que tienen las condiciones para alcanzar victorias. “Nos tenemos que dar cuenta que si nos proponemos competir a buen nivel lo podemos hacer”, expresó el uruguayo y puso como ejemplo el duelo ante Barcelona, donde el plantel “fue intenso” durante todo el encuentro.
El DT, incluso, aseguró que tiene la base de jugadores para afrontar la segunda etapa del torneo. Por ello, recalcó que “no se debe contratar por contratar”. Esto en relación a los fichajes que el club planifica.
El marcador lateral Aníbal Chalá es uno de los jugadores ya contratados. Fernando Guerrero finalizará su contrato en julio. No obstante, ningún club del ‘draft’ mexicano se interesó en él por lo que los albos pudieran retenerlo el resto del año.