El teniente Xavier Guizado es el mejor del mundo en pentatlón militar

El teniente Xavier Guizado fue elegido como el mejor deportista del Consejo Mundial de Deporte militar. FOTO: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

El teniente Xavier Guizado fue elegido como el mejor deportista del Consejo Mundial de Deporte militar. FOTO: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

El teniente Xavier Guizado fue elegido como el mejor deportista del Consejo Mundial de Deporte militar durante un entrenamiento. FOTO: Enrique Pesantes / El Comercio

Desde niño, Xavier Guizado caminaba en el páramo para arrear al ganado en una hacienda de su familia. Esas jornadas le dieron una buena base de resistencia física, que le sirve para destacarse en el pentatlón aeronáutico, en el que actualmente es el mejor deportista militar del mundo.

Nació en Guayaquil, pero pasaba las vacaciones en San Lorenzo, en Bolívar. Recuerda que caminaba largas distancias para estar pendiente de las vacas de su familia; además de resistencia, le dio un buen sentido de orientación.

Actualmente es teniente de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), a punto de ascender a capitán. Su carrera militar está llena de logros, principalmente por su participación como pentatleta aeronáutico, disciplina que practica desde el 2012, cuando se graduó en la Escuela de Aviación Cosme Renella, en Salinas.

“Jhosep Guevara me dio la pauta para ser pentatleta, disciplina que yo no conocía. La primera vez que pasé la pista atlética marqué 3,10 minutos, que es un tiempo razonable para alguien que lo hace por primera vez”, contó Guizado.

El pentatlón aeronáutico consta de seis pruebas: tiro con pistola de aire, natación, esgrima, baloncesto, pista de obstáculos y orientación militar. Es una de las tres disciplinas –junto con el pentatlón naval y pentatlón militar– reservadas únicamente para personal de las Fuerzas Armadas y regentadas por el Consejo ­Internacional de Deporte Militar (CISM).

El teniente Xavier Guizado fue elegido como el mejor deportista del Consejo Mundial de Deporte militar. FOTO: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Guizado no había practicado ninguna disciplina deportiva durante su época de civil, por lo que se sorprendió de sus cualidades. La que más le costó aprender fue el esgrima, pero un campamento de entrenamiento en Brasil le ayudó a perfeccionar la técnica. Tras ese evento se convirtió en un atleta más completo, incluso fue convocado para la selección de esgrima –civil– y representó al país en campeonatos sudamericanos en Chile y en Paraguay.

“El pentatlón es una disciplina muy demandante, hay mucho esfuerzo físico y también de concentración”, contó el teniente, que el año pasado participó en los Juegos Mundiales Militares, que se desarrollaron en Wuhan, China.
Se ubicó en el cuarto lugar en ese campeonato, detrás de tres competidores locales, lo que sirvió para que fuera postulado como el mejor deportista militar del mundo, en la elección ‘online’ que organizó el CISM. Fue el ganador de la votación, sobre 12 atletas de Brasil, Francia, Rusia…

“Soy el representante de los deportistas a nivel mundial, tenemos esa distinción acá en Ecuador y es bueno que la ciudadanía sepa que estamos representando al país y que lo estamos haciendo bien”, recalca el teniente de 31 años. Su nueva meta son los Juegos Mundiales Militares, que se realizarán entre el 16 y 25 de agosto, en la Escuela Cosme Renella. Guizado utilizó sus contactos en el CISM para traer ese evento al país, como atractivo para festejar los 100 años de la Fuerza Aérea Ecuatoriana.

La Escuela se está preparando para el evento, recientemente se readecuaron la sala de tiro, la piscina y la pista de obstáculos. Se tiene prevista la llegada de cerca de 120 delegados de 12 países. Guizado y los seleccionados se entrenan de lunes a sábado, a doble jornada, en la Escuela de Aviación, bajo el mando técnico de Said Navas. La intención del uniformado es quedarse con el título de campeón en el evento de Salinas.

Es el menor de cuatro hermanos y el único dedicado al deporte. Cuenta que decidió ingresar a la disciplina militar inspirado por su papá, un tío y su hermano mayor, quienes formaron parte de las Fuerzas Armadas. Ellos respaldan su carrera y también su actividad deportiva.

Lleva cinco años de casado con Johana García, que  fue su novia desde que ingresó a la Escuela de Aviación en Salinas. Su hijo Benjamín, de 4 años, suele acompañarlo a menudo a las competencias, eso lo estimula.

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