Guillermo Almada impuso su sistema disciplinario en dos semanas

Guillermo Almada, DT del Barcelona Sporting Club durante su presentación como entrenador del club torero. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Hoy 27 de junio Guillermo Almada cumple 15 días al mando de Barcelona y en ese poco tiempo, ya ha generado algunos cambios en la plantilla y sistema de trabajo. Con dos semanas en función, el DT ya puso su sello en el cuadro torero.
Almada llegó a Barcelona Sporting Club precedido del apodo ‘Pep Guardiola uruguayo’, debido al juego ofensivo que pretende. Por eso cuando llegó reconoció que deberá trabajar mucho, porque encontró “un equipo muy disparejo”.
Lo primero que hizo fue disponer jornadas de trabajo a triple turno. Le da prioridad al manejo del balón, por eso, dos de sus turnos son prácticas en cancha y la restante la dedica a los entrenamientos en el gimnasio de la concentración.
Se deshizo de los jugadores, que según su criterio, no se adaptarían al modelo de trabajo que quiere implementar. Así, Jonathan de la Cruz, Andrés Lamas y Alejandro Frezzotti, dejaron el equipo.
Lo mismo ocurrió con Bryan de la Torre y Giovanny Nazareno, quienes aprovecharon la negativa del estratega para finiquitar sus contratos y emigrar al fútbol del extranjero.
Ante la posible salida del uruguayo Brahian Alemán, el estratega le ha dado confianza a Álex Colón, quien en los entrenamientos luce como el nuevo conductor del equipo. El 10 canario siempre fue alternante con el entrenador anterior, Rubén Israel.
Con dos cupos libres para extranjeros, pidió a la dirigencia contratar a dos jugadores de su confianza. Gabriel Marques y Hamilton Pereira llegaron ayer a Guayaquil, para sumarse a los trabajos. A ellos los dirigió en el River Plate de Uruguay.
“Los entrenamientos serán nuestro examen diario con los jugadores. Ellos evaluarán nuestro trabajo”, dijo Almada, en la rueda de prensa donde fue presentado.
Al uruguayo le gusta trabajar lejos de los periodistas. Desde que llegó, solo habló en esa rueda de prensa, donde también claro que no le gusta que sus jugadores lleguen a los entrenamientos con pulseras, cadenas aretes.
La disciplina es esencial en su rutina. Por eso estuvo cerca de sacar del equipo al portero Damián Lanza, quien tuvo una “reacción desmedida” en una práctica. Según el golero, todo se originó luego de una broma que le gastó a Flavio Caicedo.