GM-OBB dinamiza la industria local

El área de soldadura es uno de los mayores orgullos de la empresa.

El área de soldadura es uno de los mayores orgullos de la empresa.

Para quienes laboran en la planta industrial de General Motors - Ómnibus BB, las modificaciones físicas a las instalaciones son algo habitual, pues la dinámica de la industria automovilística requiere cambios permanentes.

Quienes por el contrario visitamos la planta de manera eventual, nos sorprendemos al ver las nuevas implementaciones que constantemente alteran el panorama de las diferentes áreas, especialmente de las líneas de producción.

Esa fue la impresión que nos dejó un reciente recorrido por la ensambladora, en el que conocimos los más recientes emprendimientos orientados al mejoramiento continuo de procesos.

Entre ellos se cuentan la creación de líneas específicas de soldadura para cada modelo producido en GM-OBB, el establecimiento de una unidad de pintura de polímeros donde se da un tratamiento especial a las partes plásticas para un recubrimiento óptimo y la planta de tratamiento de aguas de desecho, donde estas son descontaminadas antes de ser vertidas a la red pública de alcantarillado.

Diego Rivadeneira, director de Manufactura de GM-OBB, explica que en las instalaciones se han invertido USD 72 millones en los últimos tres años, con el fin de ubicarla entre las mejores plantas de CKD (ensamblaje) de la corporación GM en todo el mundo.

La gestión dio frutos: hace poco más de un año, GM-OBB fue reconocida por General Motors Company con la certificación BIQ III (Hecho con Calidad), distinción que la acredita como la mejor planta de su tipo en el mundo.

La correcta implementación del sistema global de manufactura del fabricante estadounidense, la utilización de las mejores prácticas industriales y los altos estándares de calidad que se manejan en todos los procesos, fueron los elementos que avalaron la designación.

Según Rivadeneira, en términos prácticos dicho reconocimiento asegura que los vehículos ensamblados en GM-OBB son tan fiables, durables y bien terminados como los que produce cualquier otra planta CKD de GM. Incluso más, si se toma en cuenta que la ensambladora exporta una buena parte de su producción y que ello implica el cumplimiento de altos estándares internacionales.

Pero además de la calidad de sus productos, GM-OBB es reconocida por aspectos tales como la seguridad industrial, la preocupación por la ergonomía de los operarios y por la dotación de condiciones de trabajo óptimas, entre otros.

Pero las inversiones no se han enfocado exclusivamente en las instalaciones propias. Conscientes de la importancia de la industria automovilística en el desarrollo del país, los directivos de GM-OBB también se han involucrado en las iniciativas de las empresas autopartistas locales que les proveen, a las cuales apoyan con equipamiento, herramientas especializadas y capacitación técnica.

Algunas de ellas ya producen con niveles de calidad y en volúmenes que les han permitido exportar a otros mercados de la región.

Actualmente, el porcentaje de contenido local y regional de los vehículos producidos en GM-OBB es del 34%, y la intención de la empresa, así como del Gobierno Nacional, es que esa cifra se incremente notablemente en el corto y mediano plazos mediante el apoyo a la industria autopartista.

La intención es que a componentes de producción nacional tales como llantas, vidrios, asientos, cauchos, etc., próximamente se sumen otros como cinturones de seguridad, amortiguadores y ejes.

No obstante, además de las considerables inversiones económicas necesarias para la instalación de nuevas empresas, o para la ampliación de la capacidad productiva de las ya existentes, se requiere un mercado que maneje volúmenes importantes.

Actualmente, estos temas y sus implicaciones están siendo tratados por todos los actores involucrados, entre los cuales GM-OBB tiene protagonismo por la importancia de su actividad industrial.

La responsabilidad social y el cuidado de los recursos naturales son otros pilares fundamentales en la gestión de GM-OBB, como lo demuestran sus prácticas diarias.

Diego Rivadeneira, director de Manufactura GM-OBB

El actual director de Manufactura de General Motors - Ómnibus BB se vinculó a la empresa en 1975, como ingeniero responsable de la planta que por entonces había sido fundada por el húngaro Bela Botar.

En aquel tiempo GM-OBB era una compañía pequeña, que inició sus operaciones industriales con el ensamblaje de los recordados buses Bluebird.

A lo largo de sus 38 años de trayectoria en la empresa, ha desempeñado diferentes cargos entre los que también se cuentan los de director Comercial y director de Operaciones.

En vísperas de su retiro, Rivadeneira hace un balance positivo de todas las etapas que vivió y de todos los cambios que impulsó y presenció en GM-OBB en tan amplio período.

"GM empezó como una compañía pequeña, pero nos pusimos como meta convertirla en lo que es hoy. Cada cinco años la planta se transforma, lo cual demuestra que es muy dinámica. Además, tiene una clara conciencia social y de lo que debe ser el desarrollo del país.

La empresa siempre busca soluciones tecnológicas propias. Por eso somos capaces de construir nuestros propios dispositivos de ensamblaje por una fracción de lo que costaría importarlos, e incluso podemos exportar esa tecnología.

Los ecuatorianos somos capaces de construir muchos elementos de la industria. Me complace que GM-OBB hoy colabora con universidades y politécnicas para la transferencia de conocimientos", asegura.

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