Liga de Quito se entrena -todas las mañanas- en su complejo en el sector de Pomasqui. Los albos juegan sus partidos de local a las 11:30. Foto: David Paredes / EL COMERCIO
El entrenamiento de Independiente del Valle se inicia bajo la sombra de los árboles, en el complejo de Chillo Jijón.
Es martes, el cielo luce despejado y el sol castiga. Alexis Mendoza, DT de los rayados, da una charla grupal protegido con una gorra. La práctica se inicia a las 10:00.
A esa hora, el índice de radiación de los rayos ultravioletas (UV), según la Secretaría de Ambiente del Municipio de Quito, marcaba 10 puntos. El índice UV es una medida de la radiación solar en la superficie. Los futbolistas comienzan a estirar sus extremidades, corren y su transpiración aumenta. El sol sigue brillando.
En Quito, los partidos del campeonato local y los entrenamientos de lunes a viernes se realizan entre las 09:00 y las 13:00. Son horas en que se recomienda evitar la exposición al sol por los rayos UV. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y entidades ambientales internacionales manejan una tabla de los parámetros establecidos para los rayos ultravioletas (ver infografía).
“No soy especialista en rayos UV, pero tomamos las precauciones. Hay muchachos que usan protector para el sol. Le insisto, no soy especialista, pero tenemos que jugar fútbol
bajo la lluvia o bajo el sol”, dice el entrenador Mendoza.
La discusión sobre la radiación entró con fuerza al fútbol. El Municipio de Quito y el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) advirtieron el riesgo de exponerse directamente al sol entre las 10:00 y las 15:00, en las dos últimas semanas.
Sin embargo, los clubes -basados en el artículo 24 del Comité Ejecutivo de la Ecuafútbol– programan sus partidos de locales al mediodía, pues tienen la potestad para hacerlo. Los equipos de Quito, Cuenca y Manta actúan tradicionalmente en la mañana.
Ante este escenario, Barcelona de Guayaquil exhibió una pancarta pidiendo que los cotejos no se jueguen a las 12:00.
Pero la advertencia de evitar la exposición al sol no se cumple ni en el mismo cuadro amarillo. Sus divisiones formativas programan sus partidos a las 11:00.
Efrén Mera, volante de Independiente, ha escuchado sobre los riesgos de exponerse al sol. Por eso tiene entre sus implementos un protector solar. Se lo pone en su rostro antes de la práctica. Horacio Salaberry, de LDU, es otro futbolista que se protege y su rostro luce blanco al iniciar el entrenamiento.
Gabriel Cortez, en cambio, no toma ninguna medida de protección. Tampoco lo hace en los partidos de fútbol. “Al sudar, el protector se vuelve fastidioso”. En los entrenamientos de las juveniles de El Nacional no se habla del tema de protegerse del sol.
Los directivos de los clubes quiteños están convencidos que Barcelona intenta cambiar los horarios para no sentir los efectos de la altitud. El cuadro amarillo, a través de la Asociación de Guayas, pondrá el tema en la agenda para el Congreso de Fútbol del 2018.
Juan José Ambrosi, de la Sociedad Ecuatoriana de Dermatología, aclara que se debe partir entendiendo que los altos índices de rayos han causado una pandemia mundial: el cáncer de piel.
El galeno cuencano sostiene que los rayos UV son perjudiciales en la altitud de Quito, pero no solo aquí: también en las ciudades de la Costa. “En Quito y en ciudades de altitud los rayos son perpendiculares. En Guayaquil y a nivel del mar es igual de peligrosa la exposición a los rayos UV y hay que tomar precauciones”.
Hay estudios técnicos que sustentan el riesgo de exposición excesiva. El último informe del Registro Nacional de Tumores (RNT) de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer (Solca) demuestran que hay una alta tasa de impacto.
El cáncer de piel superó al cáncer de mama en mujeres y se ubicó en el primer lugar. En cambio, en varones ocupa el segundo lugar. En el 2016 se detectaron 143 casos.
La Comisión Médica de la Federación Ecuatoriana de Fútbol analizará el tema. Sin embargo, Ambrosi advierte que ya se presentó un proyecto en la Asamblea Nacional (Ley Orgánica de Salud) con las recomendaciones en las distintas actividades cotidianas, entre ellas la de los futbolistas.