En el primer partido del año, Rubén Olivera sufrió una lesión, pero logró recuperarse. Foto: Archivo/EL COMERCIO
Luis Miguel Escalada ha tomado desinflamatorios y se aplica hielo en su pierna izquierda. El argentino pasó el fin de semana mirando series de televisión y leyendo mensajes de apoyo tras la rotura del tendón de Aquiles, en el juego entre Universidad Católica y River Ecuador, el viernes último en Guayaquil. La grave lesión lo empezó a deprimir. El ‘Pichu’ todavía no ha sido operado.
Desde el viernes se moviliza apoyado en muletas y ayer, 6 de marzo del 2017, recién tenía previsto que le coloquen una bota inmovilizadora. El futbolista se contactó con un cirujano de Boca Juniors de Argentina, quien le operará.
“Viajaré a Buenos Aires, allá vive un amigo especialista, él me operará y haré la rehabilitación también”, dijo. Escalada empezó la temporada como titular en el planteamiento del DT Jorge Célico. “Estoy tratando de asimilar poco a poco este trago amargo que me tocó vivir. Después de la operación me meteré de lleno en la recuperación para volver a mi nivel”, agregó el futbolista.
En los tres meses que va de la temporada hay 12 futbolistas lesionados, de ellos cinco tienen lesiones graves. La rotura de ligamento es el diagnóstico más frecuente.
Incluso antes de que empiece el torneo, U. Católica tuvo que rescindir contrato con el argentino Horacio Orzan por una lesión. El volante sufrió una rotura del ligamento externo y el ligamento cruzado anterior en un amistoso antes de comenzar el año. Fue necesaria una cirugía y eso lo dejó fuera de las canchas al menos siete meses.
Orzan regresó a su país para su recuperación. U. Católica asumió todos los gastos Hay más casos. José Madrid, lateral derecho del Delfín, se lesionó en la primera fecha. Sufrió la rotura de ligamento cruzado y fue operado de inmediato. El cuerpo técnico de los cetáceos le permitió que realice los trabajos de rehabilitación en Quito. Ahora acude dos veces al día al centro especializadode Sixto Curipoma.
“Vivo del fútbol y me urge volver pronto a las canchas, por eso vine a Quito para acelerar mi recuperación”, declaró el guayaquileño.
César Benalcázar, preparador físico de El Nacional, explicó que las lesiones musculares, de ligamento y de meniscos son frecuentes por la excesiva carga física que tiene un deportista.
“No ha existido el tiempo idóneo de preparación. No habló por ningún caso en particular, pero desde el punto de vista fisiológico no hubo tiempo para una buena preparación. El inicio del torneo la tercera semana de enero perjudicó”, explicó.
La aprobación del arranque de los torneos se discute cada año en el congreso ordinario de la Ecuafútbol. Allí se resolvió que este año comenzará en enero y no en febrero. Los equipos tuvieron apenas tres semanas de preparación y la pelota comenzó a rodar.
Alos futbolistas que entran en recuperación les cuesta asimilar la gravedad de sus lesiones. Por ejemplo, Édison Vega, de Liga de Quito, ha visto la repetición de la jugada en la que se lesionó unas 15 veces.
Durante el partido contra Defensor Sporting de Uruguay, por la Copa Sudamericana, sufrió un corte de 15 centímetros que terminó desgarrando el músculo de la pantorrilla de su pierna derecha.
Estará fuera de las canchas al menos un mes. Ese tiempo lo aprovechará para revisar algunos detalles de su tesis de ingeniería en sistema y para realizar los ejercicios de fortalecimiento muscular.
Vega se enteró de la gravedad de la lesión en el hospital. Unos minutos antes de que fuera operado vio por primera vez la repetición de la acción donde sufrió la lesión.
Acude al médico pasando un día para las curaciones. Estas consisten en limpiezas superficiales de la herida con alcohol y con cremas. Además, deberá llevar yeso para inmovilizar la pierna por 15 días.
En el mismo partido, su compañero de zaga, José Quinteros, se rompió el ligamento cruzado anterior tras un golpe con un rival.
Fue operado y el ‘Chocho’ estará fuera de las canchas al menos seis meses.