Sin libertad es difícil que avance un país, porque siendo libre se puede decir lo que se piensa y hacer lo que se cree adecuado, en todo ámbito.
Cuando estoy en el campo de juego me siento más libre, porque hago lo que me gusta, gracias a un don que Dios me dio. Soy un futbolista frontal y no me callo nada, igual en el ámbito familiar.
La libertad es importante, porque quien no dice lo que piensa y siente, se guarda muchas cosas que a la final le afectan en el trabajo, en la familia’ La libertad de expresión en vital en todo ser humano.
Cuando uno recién empieza en el fútbol no se siente con tanta libertad, porque hay gente con más experiencia; sin embargo, no hay que bajar la cabeza.
Para exigir libertad hay que promover el respeto. Hay que ser tolerantes y no caer en el libertinaje. A la juventud hay que inculcarle valores para que sean libres.
Gracias a la libertad hemos podido salir a otros países y conocer sus culturas. Hemos comprobado que no somos más ni menos que nadie. El futbolista ecuatoriano ya es respetado.