Zape se encontró con un amigo y recordó la comida peruana

Los hinchas en Perú.  Aficionados ecuatorianos recibieron a los seleccionados nacionales en el aeropuerto Jorge Chávez. El Comercio de Perú /GDA

Los hinchas en Perú.  Aficionados ecuatorianos recibieron a los seleccionados nacionales en el aeropuerto Jorge Chávez. El Comercio de Perú /GDA

El coronel José Sanguinetti esperaba con ansias a un integrante de la Tri. Decía que lo iba a invitar a comer. Pero no identificaba a quién de los integrantes del cuerpo técnico ecuatoriano.

El avión charteado de la Tri había llegado a las 11:27. Los policías caminaban de un lado a otro. El primero en salir fue Pedro Zape, preparador de arqueros de la Tri. Entonces, del tumulto de policías apareció Sanguinetti, uno de los responsables de la seguridad de la provincia del Callao, donde está el aeropuerto Jorge Chávez.

Un trabajador peruano del aeropuerto al ver a Zape se le vino a la mente el penal que el ahora preparador de arqueros de Ecuador le tapó a Teófilo Cubillas, en Barranquilla, por las eliminatorias al Mundial de 1982. Mientras le relataba eso a un compañero, Zape se abrazaba con Sanguinetti. Después, ambos se pusieron a conversar de sus experiencias en Lima, en la etapa que el exgolero colombiano fue asistente de Francisco Maturana.

Los dos iban casi a diario a comer concha prieta "Las pedíamos en cebiche, asadas...", reveló el coronel de Policía.

Mientras los dos conversaban, empezaron a salir los futbolistas ecuatorianos. Eso no alteró a Zape, que fumó un cigarrillo arrimado a una verja colocada para separar a la delegación ecuatoriana de los hinchas peruanos.

Estos últimos, en ese momento, gritaban que Perú iba a ganar. Al escuchar esto, el único que miró al frente para observar el escenario fue Felipe Caicedo, para después subir rápidamente al autobús. Los otros seleccionados hicieron lo mismo. Solo monitorearon los iPhone que portaban en sus manos.

Afuera del autobús de la Tri, el diálogo era más ameno. Sanguinetti sugirió: Vamos antes del partido por las conchitas"? "Imposible... hermano. No hay cómo", le respondió Zape.

E l coronel no ha ido a comer con Zape desde hace 14 años al restaurante de un amigo en el sur de Lima. "Ya habrá tiempo para eso", le repitió el colombiano.

Zape le prometió regresar a Lima, pero no por trabajo sino para visitar los sitios que frecuentaban.

Después, el coronel se abrió unos pasos para seguir en su función de dirigir el operativo que llevaba a la Selección desde el aeropuerto al hotel. Esa función la iba a ejercer en los dos días que la Tri tiene previsto estar en Lima.

Esa seguridad se evidenció ya que en el hotel donde se hospedaron los ecuatorianos se cerraron las calles aledañas, entre 200 y 300 metros, originando reclamos de los conductores de los vehículos que transitaban en ese sector de Miraflores.

Al sitio, a la tarde, cerca de las 17:00, empezaron a llegar decenas de hinchas peruanos con pitos y minivuvuzelas, en donde Sanguinetti volvió a aparecer para desalojarlas.

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