¡Cómo cambió Robinho!, es otra persona. Prácticamente ahora se ha convertido en el antagonista de aquél que despuntó en el Santos de Brasil y que, pensábamos, sería el ‘crack’ brasileño del futuro, o sea el ‘crack’ de hoy.
Robinho cambió su comportamiento y con él, cambió su fútbol. Ambos, el fútbol y el comportamiento, perdieron espontaneidad. Ahora es otro Robinho.
No solo cambió el jugador que atrajo la atención con la bola en el pie cuando asumió el puesto de atacante en el Santos. Cambió también su temperamento jo-ven y jovial.
Él era simpatiquísimo, bien humorado, bromista y no tenía asomos de arrogancia, ni antes ni después de hacer los goles.
Diego, quien era considerado en aquella época el crack número uno del Santos, fue superado en poco tiempo por las gambetas de Robinho. Diego se convirtió en el número dos y Robinho asumió el primer puesto.
No faltaron entonces las mismas comparaciones sensacionalistas hoy, que quieren igualar a Neymar con Messi o con el mismo Pelé. Lo que sabemos mientras tanto es que en relación a Robinho, las comparaciones ya naufragaron.
Robinho fue mencionado como el primero del mundo, y no me pregunten por qué, pero poco a poco fue perdiendo su naturaleza, su espiritualidad y su fútbol puro de joven.
Desde hace algún tiempo, cuando Brasil se preparaba para la Copa del Mundo de Sudáfrica, la simpatía inicial ya se había transformado en una especie de soberbia, de arrogancia.
Robihno empezó a reclamar todo durante el juego, a desafiar, y a encarar tanto a los árbitros como a los adversarios, siempre irritado, aparentemente contrariado por estar allí en ese campo de juego que en años anteriores lo promovió a una celebridad internacional.
La madurez consumió su buen humor y paralelamente su fútbol fue decayendo junto con el placer y la alegría.
Robinho dejó de ser un jugador diferente y pasó a ser solo un jugador, no digo ruin, en lo absoluto. ¿Será que puede volver a los tiempos de simpatías y sonrisas? No lo creo. Su fútbol puede mejorar con relación a las últimas actuaciones, creo que sí puede, pero volver a los buenos tiempos cuando era una promesa, desgraciadamente no.
Ahora lo que me preocupa es Neymar. La preocupación no tiene que ver con la posibilidad de que algún día iguale a Messi o a Pelé, eso es absolutamente secundario, la preocupación es que Neymar pueda convertirse en otro Robinho.
Mi curiosidad respecto a la actuación de la selección de Argentina se volvió inmensa. Al final pensé, ¿ por qué un equipo grande puede prescindir en la convocatoria o dejar en el banco a Darío Conca, a Walter Montillo, o a Andrés D’Alessandro?. Un equipo sin D’Alessandro, sin Montillo y sin Conca, deja muchas dudas.
Argentina es un equipo en que Messi no tuvo con quién jugar. ¿Por qué Messi juega tanto en Barcelona y no lo hace igual en la Selección de Argentina? Es cuestión de ver lo que rodea a un equipo o a otro para saber la respuesta. En otros tiempos era difícil, muy difícil, jugar solo en un equipo, hoy es imposible.
Hoja de vida
Nació en Sao Vicente, Brasil, el25 de enero de 1984
Su experiencia. Empezó en el Santos, luego fue traspasado al Real Madrid y después al Man. City. Después fue cedido al Santos. Tras ello, regresó al City y al poco tiempo lo fichó el AC Milán.
Reconocimientos. Recibió el Balón de Oro brasileño en el 2004 y se convirtió en el goleador y mejor jugador de la Copa América 2007.
Brasil no hará cambios
El DT de Brasil, ‘Mano’ Menezes, formó en el entrenamiento de ayer el mismo equipo titular que debutó ante Venezuela. De esta forma, los pentacampeones del mundo no presentarían cambios para el partido que jugarán contra Paraguay este sábado en la ciudad de Córdoba, a las 14:00.
De espaldas a los rumores que hablaban de la salida de Robinho y el ingreso de Elano o el juvenil Lucas en su lugar, Menezes no ordenó variantes en la práctica que Brasil realizó por la tarde en Los Cardales, a 60 km de Buenos Aires. El ensayo fue informal, en campo reducido y sin arqueros, pero dio a entender que Menezes no haría cambios de cara al próximo encuentro.
Brasil enfrentaría a Paraguay con Julio César; Dani Alves, Lucio, Thiago Silva, André Santos; Ramires, Lucas Leiva; Robinho, Ganso, Neymar; y Alexandre Pato. Por otro lado, Thiago Silva cree que Brasil tiene el 50% de posibilidades de ganar y Paraguay el otro 50. Además, dice que la albirroja es un equipo con el que ya sufrieron en las eliminatorias del Mundial. Mientras el delantero Alexander Pato mantiene el optimismo y asegura que su selección es candidata para ganar el sábado. DPA