Wílder Medina, el exdelantero del Independiente de Santa Fe, y ahora refuerzo del Barcelona Sporting Club, tiene una historia muy afín a la realidad de guerra, pobreza y olvido de millones de colombianos.
El atacante, de 29 años oriundo de Puerto Nare (Antioquia), que llegó al fútbol profesional a través del Deportivo Rionegro, tuvo un camino lleno de trampas. Cuenta que a los 17 años, instalado en una comuna de Medellín, se salvó de morir baleado.
“Yo estaba sentado afuera con dos amigos y sentí que se me calentó el escapulario bendecido por mi mamá. Me sentí, raro, nervioso, me fui al baño, desde allí oí seis disparos y cuando volví mis amigos estaban muertos. Ellos fueron de los primeros amigos que perdí por cuenta de la guerra”.
Como Wílder era muy pobre y a veces no tenía ni para comer, confiesa que se dejó tentar por el uso de las armas y del vicio, porque veía a sus amigos con dinero, mujeres, ropa nueva y motos.
En 1999, cuando jugaba en el Rionegro, dio positivo por consumo de marihuana. “Pensé que el fútbol se acababa para mí”, dice. Ese fue su peor momento, porque empezó a delinquir.
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“Yo era el primero que arrancaba a hacer las vueltas, no me podía quedar con los brazos cruzados pensando que en mi casa faltaba el alimento”. Entre los 17 y los 23 años, Medina vivió en las tinieblas. En ese momento de su vida, cansado de la guerra, comenzó a ir a la iglesia y casi al mismo tiempo, el Rionegro lo transfirió al Atlético Huila a comienzos del 2003. Su clase goleadora empezó a verse en el Huila, el Envigado y en Patriotas, de la primera B, con el que marcó 18 tantos.
Llegó al Deportes Tolima para el Apertura-2008 y, aunque en los primeros tres torneos fue suplente e hizo pocos goles, después se convirtió en clave del equipo ‘Pijao’.
El tema de su adicción de la droga, batallas constantes tuvo que vivir Medina para seguir adelante, tanto que alcanzó a estar un año y cuatro meses fuera de las canchas por sanción pero Santa Fe le abrió las puertas, lo rehabilitó, le dio alas.
Luego de la sanción, Wílder Medina regresó al fútbol colombiano y con aplausos. El delantero retornó como mejor sabe, con goles, no con uno sino con dos, y justo en su estreno en la Liga con Santa Fe, en el triunfo frente a Alianza Petrolera (0-3), en Yopal.
“Estoy feliz porque antes de la suspensión terminé con dos goles frente a Cali, y ahora me encuentro con dos. Eso es una demostración de que Dios me tiene para cosas grandes. Estoy con tranquilidad, mucha más responsabilidad, seriedad y decisión de seguir haciendo las cosas bien”, le dijo el delantero a Citynoticias.
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Medina, quien ya había jugado los dos partidos de la Superliga frente a Millonarios y no había podido anotar, celebró cada gol eufórico y emocionado, como ratificando que este es el inicio de una nueva vida para él. “Personalmente estoy feliz y tranquilo, porque esto es un logro más para mí. Esto es un éxito que consigo por el esfuerzo que se ha hecho, el mío y de quienes me ayudaron en mi proceso. El triunfo es de todos, de la hinchada y de mi familia”, aseguró el delantero, quien es el primer goleador de la Liga.
Wílder, quien antes de su debut con el equipo cardenal se había sometido a un intenso proceso de recuperación y desintoxicación, demostró con dos goles (el otro fue de Omar Pérez, de penalti), que no ha perdido esa capacidad goleadora.
“Hay alegría porque me reencuentro con el gol”, dijo.