El futbolista Washington Corozo está adaptado en México. El delantero de Pumas de la UNAM es uno de los talentos formados en las canteras de Independiente del Valle, que a sus 23 años está brillando en el balompié azteca.
Ha marcado dos goles en 16 partidos y en los últimos días ocupó las portadas de los principales medios mexicanos por su gol y su gran actuación.
El ecuatoriano nacido en Guayaquil también aprendió a decir ‘órale’. Aunque aún conserva un tono peruano, porque durante todo el año 2020 jugó en el Sporting Cristal.
Fueron meses difíciles, porque el encierro de la pandemia le tocó enfrentar en suelo peruano, lejos de su familia. Pasó sustos porque en el barrio natal de Corozo, en el sur de Guayaquil, hubo un alto índice de mortalidad por contagios.
‘Manchitas’, como lo bautizaron en el complejo de Chillo Jijón, donde estuvo desde los 14 años, se entrenaba solo.
“Fue una temporada complicada, porque no tuvimos regularidad. El covid cambió toda la dinámica. Pudimos salir y cuando llegó la oferta del fútbol mexicano no dudé en aceptar, porque era un gran reto”, contó el jugador.
A su llegada a México no había mucho convencimiento de sus cualidades como goleador. En la última temporada, el primer semestre de 2021 solo anotó un gol y participó con una asistencia de gol en 13 partidos disputados. No había tanto argumento estadístico para justificar su contratación.
Uno de los que conoce al atacante es el entrenador Juan Carlos León. El ‘Pechón’ León lo conoció desde cuando comenzó a jugar en las formativas. La carrera de Corozo empezó en la Academia de Carlos Alfaro Moreno. Siempre mostró las cualidades de goleador y por eso fichó por Norteamérica y después pasó a Independiente del Valle.
“Era un jugador que llegando desde atrás resolvía bien en los últimos metros y siempre mostró cualidades de buen definidor. Hizo una carrera en el Independiente y eso le abrió las puertas en las selecciones formativas. Hay que revisar y se darán cuenta que tuvo una formación interesante”, dice León, actual técnico del 9 de Octubre de Guayaquil.
Era un jugador introvertido, pero siempre participativo en el complejo de Independiente. El 2015 debutó en el fútbol profesional y desde 2016 entró a formar parte de la nómina de primera. Fue parte de la plantilla que logró el título de la Copa Sudamericana en 2019.
El técnico ecuatoriano Javier Rodríguez también conoció a ‘Manchitas’ en las selecciones juveniles. Estuvo con la selección Sub-17, en 2015, y con la Sub-20, en 2017.
En ambos equipos registró participación en los torneos sudamericanos y en los Mundiales de ambas categorías. En la Sub-17 marcó cinco goles (3 en el Sudamericano y 2 en el Mundial). Esa experiencia fue clave para que pudiera
ser transferido.
Corozo es parte de una generación que se consolidó con Rodríguez. “Tiene una formación con fundamentos. Es un chico que merece triunfar en el fútbol porque ha tenido que luchar mucho. Ha pasado necesidades y eso le ha fortalecido. Ojalá triunfe en el fútbol mexicano”, dice el técnico.
Corozo sueña con entrar en una convocatoria del entrenador Gustavo Alfaro.
El técnico argentino hace un monitoreo de su desempeño en el fútbol mexicano; es un jugador que le llama la atención. El cuerpo técnico de la Tri todas las semanas ingresa información del número de entrenamientos, de los partidos que juega como titular, las veces que va a la banca de suplentes y de las cifras de su rendimiento físico.
Corozo está motivado porque si logra mantener la regularidad y sigue anotando goles tendrá un pasaporte seguro a la Tricolor. Su sueño es estar en el Mundial de Catar. La experiencia de los Mundiales juveniles le marcó en su carrera como futbolista.
Trayectoria
Washington Corozo nació el 9 de julio de 1998 en Guayaquil. Pasó por las formativas de la academia Alfaro Moreno, Norteamérica e Independiente del Valle. Juega en Pumas de México.