Todo el trabajo hecho se pudo haber perdido en dos jugadas, dos disparos de Ecuador al final del partido que obligaron al arquero Renny Vega a ser héroe una vez más.
En la ocasión más clara, Felipe Caicedo dejó a dos defensas en el camino para alistar el fusil al borde del área chica en la parte derecha. “Estaba muy cerca, pensé que me iba a matar”, dijo Vega sobre el intento de Caicedo, que le pega con mucha fuerza, ayer, después de recordar acciones en el triunfo de su Selección ante Ecuador, el pasado sábado.
“Pero le salió a un costado y la pude detener”, afirmó sobre la parada milagrosa.
Luego, fue el turno de Christian Benítez, desde el lado izquierdo. “Creí que iba a patear hacia el otro lado, menos mal que tuve la reacción y los reflejos para sacar el pie y así fue como la paré”, relató el arquero vinotinto, que se ha ganado elogios de todos en esta Copa, una situación muy distinta a la que vivió en Venezuela hace pocas semanas, cuando su deficiente presentación ante España en un amistoso generó numerosos comentarios en su contra.
“El fútbol da revancha. Contra España me dieron hasta en la madre, la gente me dijo de todo, pero yo me preparé para esta Copa sabiendo que podía ser mi última, y todo ha ido por buen camino. Igual tengo los pies sobre la tierra”, explicó.
Con alegría, Vega no escondió la felicidad del grupo por esa victoria contra Ecuador, apenas la tercera de Venezuela en la historia del torneo, y la clasificación que se consiguió por segunda edición consecutiva para los cuartos de final. Sin embargo, dejó claro que a la ‘Vinotinto’ le interesa ir mucho más lejos.
“Es un resultado muy positivo, pero no solo para mí o para la Selección, sino para el país, que seguramente está muy alegre por este triunfo. En el camerino lo que nos dijimos fue que debíamos seguir así, estar tranquilos, porque todavía nos falta. La meta es llegar a la final”, dijo.
Vega destacó el trabajo defensivo de todos sus compañeros, en especial en los minutos en los que Grenddy Perozo debió ser atendido fuera de la cancha.
El equipo estuvo concentrado, manejó ese aspecto de jugar con uno menos y no se desordenó en sus líneas. “Supimos mantener el equilibrio”, aseguró. Ahora el reto es confirmar el primer lugar del grupo B. “Lo intentaremos contra Paraguay. Ya hay que pensar en ellos, porque seguro van a ser más complicados que los dos rivales anteriores”, afirmó.
El golero tampoco está dispuesto a llevarse solo los elogios. Desde su óptica, “dejar en cero a Brasil y Ecuador es un logro cuyo crédito debe repartirse desde Vega hasta Miku”.
A Vega le tocó celebrar su cumpleaños con sus compañeros de selección en Salta. Recién habían llegado el lunes a la ciudad y tanto él como Daniel Arismendi fueron agasajados en el hotel Alejandro I. Pero el regalo de cumpleaños del guardameta llegó por adelantado, con una excelente actuación contra Brasil en el debut copero.
“Ese día volví a ser el mismo Renny de siempre”, dijo el meta después del partido. Su sonrisa era amplia. Estaba contento.
“El portero del partido contra España era otro. Yo soy mucho mejor que eso y por eso mismo, la gente me exige. Esta seguramente será mi última Copa América y quiero que salga bien”.
Antes del duelo ante los brasileños y los ecuatorianos, pudo hablar con su padre, Vicente Vega, a quien superó en partidos jugados en la Copa América. “Me dijo que estuviera tranquilo. Que yo ya sabía cómo enfrentarlos y que tenía el talento suficiente para hacerlo”, concluyó Renny.