El francés Jerome Valcke, exsecretario general de la FIFA, con una copia de una artículo periodístico titulado “SWC in SA big mistake” durante una rueda de prensa en Johannesburgo, Sudáfrica. Foto: Archivo / EFE
La Comisión de Ética de la FIFA reclamó este martes nueve años de suspensión y una multa de 100 000 francos suizos (USD 97 000) contra Jérôme Valcke, secretario general de la instancia mundial del fútbol, relevado de sus funciones desde septiembre y suspendido a título provisional desde octubre.
El francés, de 55 años, suspendido desde el 8 de octubre, fue acusado por la prensa inglesa de estar implicado en un negocio de venta de entradas en el mercado negro para los partidos del Mundial de Brasil-2014.
La cámara de Instrucción de la FIFA indicó en un comunicado haber “cerrado su investigación y transmitido sus demandas a la cámara de Enjuiciamiento”.
Además de los nueve años de suspensión, el juez instructor reclamó contra el antiguo brazo derecho de Joseph Baltter una multa de 100 000 francos suizos.
Asimismo pidió que su suspensión provisional de 90 días infligida el 8 de octubre, y que finaliza este martes, sea aumentada a 45 días.
Independientemente de ello, el dirigente no iba a regresar a su despacho el miércoles por la mañana ya que fue “relevado de sus funciones con efecto inmediato y hasta nueva orden”, anunció la FIFA el 17 de septiembre.
El francés fue acusado de haber violado varios artículos del código ético de la FIFA, entre ellos los que atañen al conflicto de intereses, o a ofrecer y aceptar regalos.
La pista de los correos
Las acusaciones se basan en correos electrónicos entregados en septiembre a la prensa por Benny Alon, un exjugador israelí y consultor de la firma JB Sports Marketing.
Valcke negó “estas acusaciones fabricadas e injuriosas”.
La FIFA trasladó dichos correos electrónicos a la justicia suiza a petición de esta.
La carrera de Valcke, experiodista de 55 años, ya había tenido un serio contratiempo hace casi una década. En 2006 fue despedido de la FIFA por un litigio entre dos patrocinadores de la FIFA, Mastercard y Visa, que costó 90 millones de dólares (unos 82 millones de euros) a la organización. Seis meses después fue reintegrado, con ascenso incluido, al convertirse directamente en el número 2 de Blatter.
Desde su suspensión, la cámara de instrucción de la Comisión de Ética se interesó por los numerosos desplazamientos en avión privado de su secretario general, según una fuente próxima de la FIFA.
El presidente de la FIFA, Sepp Blatter y el presidente de la UEFA, Michel Platini, candidato a la sucesión del Suizo, fueron suspendidos definitivamente el 21 de diciembre por 8 años de toda actividad ligada al fútbol, sanción aún susceptible de ser recurrida.