Eran otros tiempos. El 12 de enero de 1997, Bolivia llegaba en mejor forma futbolística que la Tricolor. Por la octava jornada del torneo, los dos equipos se enfrentaron en el estadio Hernando Siles de La Paz.
Ese día, antes del compromiso, el entonces presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, Galo Roggiero, recibió una placa de reconocimiento de parte de las autoridades bolivianas. ¿La razón? Su apoyo decidido para que La Paz se mantenga como sede de eliminatorias en la búsqueda del Mundial de Francia 1998.
Hay que recordar que en esa coyuntura, las grandes potencias sudamericanas, Brasil y Argentina, hicieron cabildeos en el interior de la Confederación Sudamericana de Fútbol y la FIFA para dejar fuera de combate a la ciudad que tiene 3 600 metros sobre el nivel del mar. Sin embargo, el apoyo de Ecuador y del resto de naciones fue clave para impedirlo.
Pero los agradecimientos quedaron ahí, antes del inicio del partido. Una vez que la pelota entró en acción, el cuadro local solo precisó del primer tiempo para consolidar su victoria.
La dupla Jaime Moreno y Marco Antonio Etcheverry destrozó a la defensa ecuatoriana liderada por Iván Hurtado y Alberto Montaño.
Moreno, un goleador que labró la mayoría de su carrera en el DC United de la Mayor League Soccer estadounidense, anotó en los primeros minutos, tras pescar un balón que quedó en el área chica defendida por el golero Carlos Luis Morales.
Cuando Ecuador aún estaba aturdido, llegó el segundo tanto del talentoso Marco Antonio Etcheverry, quien anotó con un toque preciso que le fue imposible atajar al guardameta tricolor.
La Tricolor era dirigida por el colombiano Francisco ‘Pacho’ Maturana y su asistente técnico Luis Fernando Suárez. En el equipo había otros valores importantes como Álex Aguinaga, Wagner ‘La Bala’ Rivera, Agustín Delgado, Cléber Chalá. También actuaba el naturalizado Gilson de Souza.