La victoria de Deportivo Quito sobre Barcelona tuvo dos protagonistas: el mediocampista Christian Lara y el árbitro Diego Lara. El ‘Diablito’ propició la remontada de los chullas y el juez falló al acreditar como válido un gol que sentenció el triunfo azulgrana.
Así, un partido en el que los dos equipos se repartieron el dominio del juego en cada tiempo, terminó con bronca y los reclamos de los visitantes y la alegría de los locales.
Deportivo Quito alcanzó su primer triunfo (2-1) en lo que va del torneo. Un resultado que le urgía para levantar la estima y quitarse el estrés. Esa desesperación por ganar se evidenció en los minutos finales: el entrenador Juan Carlos Garay se tomaba la cabeza con las manos, gritaba a sus jugadores y les pedía que no renunciaran al control del balón en la cancha del Atahualpa.
Por eso, cuando Lara (el hombre señalado por los barcelonistas) pitó el final, Garay se calmó y se marchó al vestuario.
[[OBJECT]]
No ocurrió lo mismo en el equipo canario. Un grupo de jugadores se acercó al juez y a sus asistentes de línea, custodiados por policías.
Los toreros querían reclamar por el gol que Diego Lara acreditó como válido y otorgó la victoria a la ‘AKD’. El juez dictaminó que la pelota, tras un tiro del ‘Diablito’, sí pasó la línea de arco defendido por Máximo Banguera. Pero en verdad, el balón no ingresó: Luis Checa despejó la pelota que impactó en la mano de Franco Pepino.
El tanto puso al Deportivo Quito adelante (2-1) cuando faltaban seis minutos para el final. En esta remontada, el ‘Diablito’ se lució.
El volante cambió de posición al inicio del segundo tiempo y se ubicó por el costado izquierdo. Desde ahí, no dio tregua a los defensas y el equipo de Carlos Ischia no logró descifrar la fórmula para frenarlo y mantener el resultado ganador en el partido.
El ‘Ídolo’ se había adelantado en el partido con una anotación de Matías Oyola, en una muestra del juego colectivo que intenta imponer su técnico. Pero el plantel perdió el control del balón en la segunda parte y no tuvo puntería ante el golero Rolando Ramírez.
El Quito entendió, entonces, que era su momento. Con un Víctor Estupiñán batallador y Walter Calderón -quien entró en la segunda etapa- generando más espacios para su compañero de ataque, llegó con más profundidad al arco rival.
Así, llegó el centro de Lara que terminó en el gol de cabeza de Estupiñán. El ‘Ídolo’ perdió el control: fue expulsado Jason Domínguez, a 16 minutos del final y el Quito presionó más en el campo rival y se encontró con la victoria.
Convencido de que el triunfo era necesario, el DT Garay anticipó que su equipo aún puede ofrecer lucha en el torneo. Ischia, que ayer se reencontró con el plantel al que condujo al título local del 2011, dijo que el árbitro los perjudicó.