La tristeza de Reinaldo Rueda
El entrenador de la Selección está afligido. Reinaldo Rueda no se siente lo suficientemente agradecido por su gesta de llevar a Ecuador su tercer Mundial. Percibe al hincha apático, indiferente e incluso enfadado. Aunque el mismísimo Mashi lo alabó en un acto especial, el DT no se quita esa idea de la cabeza.
En realidad, no está pasando nada raro. Hay razones para que exista ese ambiente de funeral. El hincha del 2002 estaba acostumbrado a la frustración pero el de ahora tiene paladar fino, es exigente, no se contenta. Además, toda primera vez es inolvidable, pionera.
Luego, a pesar del brillante partido con Uruguay en Quito, en general se percibe que Ecuador remató mal, con sustos, y ser cuarto equivale a quedar fuera del podio. En las estadísticas, la campaña de Rueda es inferior a las del ‘Bolillo’ y Suárez, y resalta la leyenda de que la altitud de la capital es el gran factor que favorece a Ecuador, en general flojo de visitante.
También juega en contra de Rueda la personalidad, pues Gómez era festivo, espontáneo y bailaba el Escamoso ante 45 000 personas, mientras que Suárez ya fue DT en Aucas (un equipo querido) y lideró una buena Copa América cuando era suplente de Maturana.
Rueda no debe dejar que lo etiqueten. Ya entró en los anales del fútbol. Todo lo que venga será ganancia para él. Tiene razones para ser feliz. Debería disfrutarlas.