En el cuerpo técnico de la Selección hay una certeza: los últimos partidos de la fase premundial se definirán en los detalles, incluso en los más pequeños.
Por estas horas, una de las principales preocupaciones de Reinaldo Rueda y sus asistentes es evitar que el juego de la Tricolor se convierta en predecible para sus rivales, que devoran videos y material afín para intentar bloquear los patrones de ataque del equipo nacional.
Ecuador realiza los últimos entrenamientos antes de viajar el jueves a Perú, para enfrentarse el día siguiente con el equipo inca, desde las 21:10 en Lima. El próximo martes en cambio, se medirá con Argentina en Quito.
Los dos partidos son claves para Ecuador y en caso de ganarlos, el equipo de Rueda se clasificará a su tercer Mundial.
La importancia de los puntos y el seguimiento de los rivales hacen que en la Selección se produzcan cambios en el modo de abordar los partidos y de plantar los jugadores. Ante Alemania, en la caída 4-2 y en el cotejo amistoso ante Liga en la despedida de Patricio Urrutia, el equipo ya modificó la forma de regarse en la cancha. En esos dos juegos, Rueda puso en cancha un esquema 4-5-1, muy distinto al 4-4-2 con el cual la Selección ha actuado normalmente desde 1998, cuando se impuso el estilo colombiano en la Tri con Francisco Maturana y posteriormente con Hernán Darío Gómez y Luis Fernando Suárez.
Alexis Mendoza, asistente técnico del equipo nacional, tiene la explicación para ese cambio de esquema: “Intentamos que nuestro juego no sea predecible. Generalmente, atacamos por los costados y todos lo saben. Ahora, lo que estamos buscando es tener más generación de juego por el medio para hacer daño a los rivales”.
Antes de hacer los cambios, lo primero que hizo el cuerpo técnico es hablar con los jugadores y persuadirlos a aceptar esas variaciones. Luego, la idea se plasmó a la cancha: Antonio Valencia, el líder futbolístico e ícono de este equipo, pasó a jugar en el centro y Renato Ibarra, el jugador del Vitesse holandés, está ocupando su puesto, aprovechando su despliegue y su buena capacidad. Por el otro costado, Jefferson Montero, el jugador del Morelia, quien tras su actuación consagratoria ante Paraguay en marzo se ganó el puesto por ese sector.
Ayer en la rueda de prensa de la Selección, Montero señaló que el equipo está asimilando bien esos cambios. “El ‘profe’ está armando una estrategia para tratar de ganar en Perú. Nosotros no nos consideramos favoritos, pero sabemos que tenemos un buen juego”.
La única duda en ese esquema es quién comandará el ataque ante los peruanos: Christian Benítez o Felipe Caicedo. Ambos han estado lejos de las canchas por golpes y lesiones. El ‘Chucho’ se lastimó en el partido ante la ‘U’ y a ‘Felipao’ lo volvió a afectar su lesión (fibrosis en su muslo derecho).
Ayer Mendoza y el médico Patricio Maldonado abrieron un lapso de espera para la recuperación de Caicedo, pero en caso de que no llegue al partido, el ‘Chucho’ arrancará como titular.
Otra de las dudas es quién tapará: Máximo Banguera o Alexander Domínguez. El nivel de ambos es parejo , aunque el último atajó los últimos juegos eliminatorios.
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Los socios de Valencia e Ibarra en los últimos metros de cancha
Christian Noboa
El ‘Zar’ conecta a la zaga con los volantes de creación.
Segundo Castillo
Quite y pases. Su función es buscar a Antonio Valencia.
Jefferson Montero
Su gambeta y velocidad serán claves por la izquierda.
Christian Benítez
Es la primera opción para liderar el ataque en Perú.