Los directivos de los clubes han hecho esfuerzos para potenciar sus equipos; han traído futbolistas que estaban en Europa y en camino a esa región. Hoy, el Campeonato integra el listado de los mejores del mundo, pero no por la organización de la Ecuafútbol, sino por los resultados en torneos internacionales y el esfuerzo millonario de los equipos.
Una muestra de aquello es que este año se presupuestaron USD 50,7 millones entre los 12 clubes. Esa cifra es inédita en la organización de los torneos ecuatorianos. El complemento sería un buen manejo en las administraciones de los clubes para evitar apuros económicos al final del año; evitando deudas a los cuerpos técnicos y futbolistas. Esa es la forma de mantener el crecimiento del deporte.
Liga de Quito, Barcelona, Deportivo Quito, Emelec, El Nacional, Técnico, Macará, Liga de Loja, Olmedo, Cuenca, Manta e Independiente contrataron más de 100 futbolistas, entre todos, este año.
Ese escenario, sin embargo, presenta oscuridad porque la Ecuafútbol quiere administrar los derechos de TV de los partidos de equipos de la Serie A. Eso ha ocasionado una división entre los que administran y generan el fútbol. Es hora de que estas entidades sean administradas sin fines políticos, sin buscar beneficios personales ni familiares; evitando perpetuarse en los cargos como sucede en la Conmebol, con Nicolás Léoz, y en Argentina con Julio Grondona, directivos con más de 25 años como presidentes. Acá, esta semana Luis Chiriboga cumplirá 12 años como presidente.