Un tiro libre de Guerra dio el triunfo al Macará

El gol de Macará.  El delantero colombiano Omar Guerra (nro. 11) envió la pelota a su costado izquierdo, ante la impotencia de la barrera.

El gol de Macará. El delantero colombiano Omar Guerra (nro. 11) envió la pelota a su costado izquierdo, ante la impotencia de la barrera.

Un cambio fue suficiente para que Macará derrote a Barcelona y sume su segunda victoria en el torneo local. Después de un primer tiempo sin sorpresas y en el que los macareños mostraron un juego con tintes individualistas, finalmente llegó el gol del colombiano Omar Guerra.

El delantero cafetero fue solicitado por la hinchada local desde el inicio del cotejo. El técnico Homero Mistral Valencia decidió meterlo a la cancha del Bellavista para el segundo tiempo, en lugar del juvenil Christian Arcos, de bajo desempeño.

Cuando el ‘Pelado’ Guerra saltó al gramado, los seguidores del plantel ambateño soltaron una avalancha de aplausos. “¡Por fin”!, gritaron los aficionados que se ubicaron en el sector de palco.

El cambio dio los resultados deseados al estratega ecuatoriano, pues cuando parecía que el partido terminaría 0-0, Guerra, a través de un tiro libre de 22 metros que se convirtió en gol.

Antes, los hinchas pifiaban el individualismo de Osbaldo Lupo Lastra, que si este combinaba el balón con el delantero uruguayo George dos Santos, el Macará pudiera haber convertido su primer tanto en el primer tiempo.

El gol de Guerra, al minuto 63, fue determinante para que Macará se llevara los tres puntos, pues a raíz de esa anotación, Barcelona se desconcentró y dejó de exhibir el juego vistoso con el que deleitó al público en la primera etapa.

Guerra formó una sociedad con Dos Santos e Israel Chango para esforzar a Damián Lanza, que reemplazó a Máximo Banguera, ausente por un problema muscular en su pierna derecha. Ese trío se tornó peligroso, tanto así que Chango estuvo a cerca de poner el 2-0 en el minuto 83, tras la mala salida del arquero torero.

Esa llegada fulminó a los toreros, que en los últimos 15 minutos se dedicaron a defenderse. Su mejor hombre en ese momento fue Pablo Lugüercio. El ‘Payaso’ pudo empatar, pero la zaga celeste se lo impidió. Así como se lo imposibilitó a José Ayoví, el mejor hombre que tuvo Barcelona en este partido.

De contextura delgada, pero con una agilidad notable, Ayoví, el delantero de 21 años, mantuvo en zozobra a Christian Mora, el ex seleccionado que hoy defiende el pórtico de Macará.

El trabajo del delantero, oriundo de Esmeraldas, desató la euforia entre la hinchada torera que copó los graderíos de la general sur en el estadio Bellavista, de Ambato, y se llevó los aplausos de sus compañeros y del técnico Zulbeldía. Sin embargo, su labor no se vio reflejada en el marcador.

No se vio reflejada porque no encontró en el primer tiempo un socio para vencer al ‘Conde’, como apodan a Mora. Narciso Mina y Damián Díaz no aparecieron las veces que Ayoví los necesitó, pues no pudieron escabullirse de la asfixiante marca de los defensas macareños, que salieron airosos.

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