Fue el más eufórico. Celebró los goles como un jugador más. Saltó. Se abrazó con sus asistentes y animó también a los hinchas.
La victoria del viernes pasado ante Olmedo (4-0) alegró más al DT Luis Zubeldía que a los mismos jugadores de Barcelona. El mismo estratega lo reconoció en la rueda de prensa posterior al cotejo. “Estoy muy alegre porque necesitábamos ganar este partido”.
Sus palabras no se alejan de la realidad. Los canarios necesitaban ganar para liberarse de las tensiones acumuladas en las últimas semanas por los malos resultados y los problemas económicos. Y es que da la impresión de que el pago de los dos meses de sueldo retrasados sirvió de inyección anímica para los jugadores. El volante Luis Caicedo, autor de tres de los cuatro goles que marcaron, aseguró que sí lo fue.
“El equipo se sintió motivado. Había mucha preocupación por el tema económico, pero eso ya se solucionó”, explicó el volante.
Barcelona tenía, hasta el viernes pasado, siete fechas sin ganar y se encontraba en el décimo lugar de la tabla de posiciones. El único partido que había ganado era el de la primera fecha contra el Deportivo Cuenca.
Pero el reto es mantener el mismo nivel de juego. Pese al triunfo y a los goles de Caicedo, en Barcelona empiezan a aparecer problemas individuales. Damián Díaz, Pablo Lugüercio y Narciso Mina han bajado sus rendimientos.