El caso de Universidad Católica es especial. Analizando solo los resultados, su año fue interesante: ascendió de categoría a inicio de temporada y lejos de pelear su permanencia, trepó a los primeros lugares e incluso se ilusionó con lo inesperado: llegar a la final con Emelec, que se clasificó en la primera etapa.
Pero el equipo de Jorge Célico se desinfló en un partido clave: el 20 de octubre, los eléctricos decidieron su suerte en torneo: golearon 7-0 a los ‘camarattas‘, que nunca más pudieron reponerse de aquella paliza y ya no pudo pelear por alcanzar la final.
Su rendimiento decreció tanto que ni siquiera le alcanzó para ingresar en la tan soñada final para enfrentarse con Emelec.
El mismo entrenador Célico y sus jugadores reconocieron luego de la caída ante el ‘Ballet’, que aquella derrota los desmoronó. Solo en la penúltima jornada, ante el otro rival del Astillero, el Barcelona, la Católica pudo salirse de su aturdimiento y consiguió una victoria fundamental para cerrar este año de una buena forma.
Pero los jugadores y el cuerpo técnico se habían ilusionado con más. Por eso la sensación es agridulce. Durante la temporada, los referentes como Hernán Galíndez y Facundo Martínez habían hablado de la necesidad de conseguir algo, bajo la consigna de “ahora o nunca”. Sin embargo, el ‘Trencito’ va por buen camino y el próximo certamen mantendrá el equipo base y continuará siendo dirigido por Célico, en su cuarta temporada en el equipo celeste.
El equipo tuvo este año al segundo goleador del torneo, Federico Laurito, a quien fichó esta temporada pese a estar lesionado. La confianza rindió sus frutos, tras los 25 goles anotados por el ariete nacido en Rosario, Argentina.
Ahora, el delantero se convirtió en un negocio rentable para el equipo: Barcelona busca ficharlo y para ello deben negociar directamente con el equipo, que tiene vínculo con el jugador por las próximas dos temporadas.
Este también fue el año de los hermanos Elvis y Henry Patta, los ‘ahijados’ de Célico, que completaron buenas jornadas de fútbol y goles. El ‘Trencito’ alcanzó su mejor nivel cuando el capitán Martínez y el uruguayo Diego Benítez tomaron las riendas y encadenaron victorias. Incluso, en algunas fechas mostró un fútbol vistoso, una propuesta ofensiva que generó críticas bastante positivas hacia el equipo y a su entrenador.
Pese a los problemas económicos que también aquejaron al equipo, el balance a final de temporada también es esperanzador.