Su teléfono sonó y sus vacaciones se irrumpieron. Fue el pasado 10 de julio. Ese día, Luis Gustavo Soler disfrutaba del verano europeo y miraba los partidos del Mundial de Fútbol en Sudáfrica 2010.
El técnico argentino estaba en Cádiz, al suroeste de España, cuando recibió la llamada de César Martínez, directivo del Dep. Cuenca. Sin rodeos le propuso la dirección técnica del equipo.Soler, un mes antes, había terminado su contracto con el Cádiz de la Segunda División española. Allí era asistente del entrenador uruguayo Víctor Espárrago. En Europa le conocen como segundo técnico.
Soler pidió horas para analizar la propuesta. La segunda llamada fue de Julio León, presidente del ‘Expreso Austral’. Allí ya se hablaron de los objetivos del plantel profesional y de las divisiones inferiores.
Esa tarde definieron lo económico y de inmediato retornó a Argentina. El 14 de julio estuvo en Cuenca y dos días después se estrenó con un triunfo de local ante el Independiente del Valle.
Ahora tiene nueve triunfos, cinco empates y una derrota (32 puntos). Asumió el cargo tras la victoria del Cuenca de visitante ante el Dep. Quito, en la apertura de la segunda etapa. Ese juego lo dirigió el técnico interino Juan Carlos Benítez, preparador de arqueros del club azuayo.
Él sugirió el nombre de Soler y ayudó con el contacto. Se conocieron en la Escuela de Entrenadores de la Asociación de Fútbol de Argentina, en donde Benítez fue alumno del instructor Soler.
Este último fue zaguero central de Vélez Sarsfield, Banfield, Old Boys, Deportivo Español. En 1973 emigró a España, defendió al Sevilla y entre 1974 y 1977 al Recreativo de Huelva.
Como técnico, Soler se estrenó en la Segunda categoría del fútbol argentino, dirigiendo al Deportivo Español, en 1980. En España siempre trabajó haciendo dupla con Espárrago (del 2004 al 2007 y la mitad del 2010). En el 2008 se independizó para dirigir al Guaraní, en Paraguay.
En las prácticas su voz aguda y su mirada imponen respeto. En su cuello lleva un pito y debajo de su brazo un tablero. Le gusta repetir hasta el cansancio las jugadas con pelota quieta. Es cordial con la prensa, pero pierde su compostura si firman o fotografía los ensayos tácticos.
La dirigencia azuaya le propuso a Soler un contrato de año y medio, pero él solo firmó hasta diciembre próximo. “Es un pedagogo, un instructor, más allá de técnico, dice Martínez.
Su anhelo siempre fue trabajar en Ecuador, como su amigo Jorge Célico, estratega de Universidad Católica. “Es un técnico reconocido en Argentina, por su capacidad”, sostiene Célico.
Antes de vincularse al cuadro azuayo, Soler tuvo propuestas de El Nacional e Independiente del Valle. Santiago Morales, gerente del segundo club, lo confirmó.
Su momento crítico fue cuando en 1996 murió su esposa, Cristina, con quien procreó a Romina (32 años) y Rodrigo (30). El mejor recuerdo es el ascenso del Cádiz a primera división en el 2005. Entre sus alumnos, en sus 30 años como DT, se destacan Sorín, Coloccini, Cambiasso… Soler se identifica con Espárrago, Marcelo Bielsa, Carlos Griguol, Salvador Bilardo.
El cambio empezó en el 2000
Después de Liga de Quito, el club con más éxitos en los últimos siete años en el fútbol ecuatoriano es Deportivo Cuenca. En el 2003 clasificó a la liguilla final tras siete años de espera y un año después fue campeón.
En el 2005, 2007 y 2009 fue vicecampeón; mientras en el 2008 terminó tercero.
A esos éxitos se suman los subtítulos de 1975 y 1976. Desde el 2005, con un receso en el 2007, el ‘Expreso Austral’ compitió en cada una de las ediciones de la Copa Libertadores de América.
Las acertadas contrataciones de técnicos como los argentinos Daniel Córdoba, Julio Asad, Gabriel Perrone, Guillermo Duro, entre otros, fueron vitales. Se suma el cuencano Paúl Vélez. Igual la contratación idónea de jugadores locales y extranjeros.
Otro punto favorable es el trabajo en las divisiones inferiores, que arrancó de forma metódica en el 2003 con el argentino Daniel Jozami. El presidente de ese año, Manuel Vega, dice que el proceso dirigencial se inició en el 2000, cuya meta fue convertirle al club en una institución fuerte y organizada.
Pero, en actualidad hay un déficit cercano a los USD 2 millones. En los últimos tres años se vendieron los derechos de Polo Wila, Juan Carlos Paredes y Édison Preciado para palear la crisis. Ellos juegan en Emelec, Deportivo Quito y El Nacional.