Ver el afecto de la gente para la Selección habla de pasión y respeto. De entender que el fútbol es un juego y que los sentimientos por nuestros colores siempre estarán.
Más allá de la tristeza por un resultado, la reacción habla de un crecimiento: se perdió, pero no hubo insultos. En un acto espontáneo se saludó a la camiseta. No quiere decir que vamos a cambiar nuestra esencia, pero sí que mejoramos en algunos pensamientos.
También es saludable el ejemplo que dio el equipo: el plantel completo volvió al país y la gente lo valoró, como también valoró el esfuerzo con el cual se buscó llegar más lejos. Eso está bien. A partir de ahora habrá que trabajar pensando en que siempre se vuelve a empezar buscando lo mejor para la Selección.
Ya más tranquilos, hay mucho para analizar. Desde lo futbolístico, la Argentina demostró claramente cuál fue su búsqueda: apostar por la calidad individual de su ataque. La fórmula dio resultado en los primeros partidos, llevándonos a los octavos de final con tranquilidad y mucha contundencia. Pero a partir del partido con México el equipo empezó a mostrar dificultades. Eso se pudo ver con más claridad en el partido contra Alemania. Y con el gol de Muller, a los 3 minutos, empezó otro encuentro.
Cuando no se gana, siempre se escucha decir que los futbolistas en sus equipos juegan mejor que en la Selección. No creo que sea así porque durante los primeros partidos hablamos del poderío ofensivo de la Argentina y esto era lo que tanto nos entusiasmaba. Por eso veo que salen adelante los seleccionados que logran que sus talentos se adapten a un sistema; hace que se sientan mejor y terminen siendo tan determinantes.
Maradona tiene que estar tranquilo porque jugó como él lo sentía. Más allá de si su idea estaba bien o mal, apostó por algo. El análisis se hará más adelante. También sería bueno que la próxima Copa América se pueda utilizar para crecer, priorizando absolutamente el equipo, la identidad, la búsqueda de alternativas en las posiciones en las que hoy no las hay, confiando en el trabajo y en la forma, que no es de cantidad, si no de calidad.