El trabajo de Reinaldo Rueda, su cuerpo técnico y de Luis Chiriboga fue intenso durante la semana. La misión era levantar la estima de los jugadores, que llegaron abatidos por la goleada en Argentina. Al final, cumplieron con el propósito.
Las expresiones en los rostros de los seleccionados cambiaron con el paso de los días. El domingo pasado ningún jugador quiso conversar con los periodistas. Apenas sonreían y bromeaban. El jueves, en cambio, las risas eran a flor de piel y las bromas constantes.
Actividades grupales, encabezadas por el titular de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, contribuyeron para que el plantel se llenara de optimismo. “Tengo fe ciega en esta Selección. Confío en los jugadores, en que se levantarán y lograrán un buen resultado ante Colombia”, expresó Chiriboga, quien estuvo presente en todos los ensayos de la Tri.
“La revancha la tenemos el domingo (hoy)”, aseguró el directivo. Él mantuvo constantes conversaciones con Rueda e, incluso, se supo que sugirió nombres y estrategias para buscar la victoria ante los cafeteros esta tarde.
El discurso conciliador y motivacional se reprodujo en los seleccionados. Durante las ruedas de prensa, los jugadores también aseguraron que conseguirán un triunfo sobre Colombia. Fue una muestra de la confianza que impera en el plantel. “Este es un grupo de futbolistas profesionales. Hemos vivido situaciones similares y sabemos cómo recuperarnos”, expresó Walter Ayoví, capitán del combinado.
El aporte del Monterrey mexicano es uno de los más bromistas del equipo, junto con Jaime Ayoví (quien no juega por suspensión), Christian Suárez, Antonio Valencia y Segundo Castillo.
Suárez es otro de los jugadores que demuestra su optimismo, a pesar de no ser considerado titular. “Vamos a tener un partido muy complicado. Lo importante es que nosotros estemos concentrados en obtener el triunfo. Colombia tiene grandes jugadores; nosotros también tenemos un muy buen plantel como para hacer valer la localía”.
La prueba más evidente de respaldo y compañerismo estuvo en el defensor Diego Calderón, quien no jugó ante Argentina y que se prevé que seguirá en la banca de suplentes. “Quienes estamos fuera de la cancha cumplimos un papel fundamental apoyando a quienes están dentro. Este es un grupo unido. El triunfo nos favorecerá a los jugadores, a los aficionados, al país entero”.
Las voces de los alternantes se sumaron en los micrófonos de la sala de prensa de la Casa de la Selección. Allí desfilaron entre el domingo y el jueves los titulares y los alternantes. Víctor Mestanza, jefe de prensa de la Ecuafútbol, argumentó que todos los jugadores son importantes, “por eso todos participan en las ruedas de prensa diarias”.
Los ejemplos sobraron. Oswaldo Minda dio un espaldarazo a sus compañeros, sabiendo que tampoco está dentro del once inicial. “Tenemos la ilusión y motivación de ganar este juego y seguir entre los primeros lugares; para ello pondremos toda nuestra predisposición, estemos o no en el plantel principal”.
Es probable que en ese resurgir anímico de los seleccionados haya influido el mea culpa que realizó Rueda con la frase: “Yo me la comí”, refiriéndose a esa dolorosa derrota en Buenos Aires.
A partir de ese momento, el adiestrador solicitó a los medios de comunicación que cubrían las prácticas, que olvidaran el tema de la goleada y contribuyeran en la estimulación de sus pupilos.
Las críticas se apagaron poco a poco. Las preguntas sobre porqué se perdió drásticamente en suelo argentino desaparecieron de las conferencias de prensa. Igualmente, las especulaciones sobre las variantes que se debieron implementar en el estadio Monumental de River Plate.
La actuación del golero Alexander Domínguez estuvo dentro del blando de las críticas. Pero, en estos días, Rueda demostró que confía plenamente en el golero de Liga de Quito. Lo ubicó en las formaciones titulares y recibió el apoyo de los otros metas, Máximo Banguera y Adrián Bone.
“Somos un equipo. Aquí no importa quién ataje. Lo que importa es que nuestro arco salga en cero y que ganemos. Desde afuera respaldaré al titular, así como lo harían conmigo”, destacó Banguera, aporte del Barcelona porteño.
Para fomentar de mayor manera esa unidad, en los pasillos de la Casa de la Selección se observó pasear a los futbolistas libremente. Se juntaron de acuerdo con la afinidad. La música salsa y reggaetón sonó fuerte en los parlantes de los equipos que estaban en las habitaciones. Tras las ruedas de prensa, mientras los jugadores estuvieron en los balcones, fue fácil identificar estas melodías.
El propósito está trazado, ganar a Colombia para mantener la ilusión del aficionado ecuatoriano. Las palabras de los integrantes de la Tri fueron orientadas al hincha que asistirá esta tarde. “La gente puede estar segura que correremos incansablemente por ganar. Quienes no llegamos a un mundial queremos también marcar historia. Esa es nuestra principal motivación”, indicó el zaguero Frickson Erazo. Él haría dupla con Jayro Campos. Hoy se verá si el trabajo motivacional va de la mano con lo deportivo.