Cientos de miles de holandeses se congregaron ayer en torno a los pintorescos canales de Ámsterdam para seguir el desfile en bote de los jugadores de su selección. La derrota ante España en la final de Sudáfrica 2010 y las críticas al duro juego de Holanda parecieron perderse en medio de una ola de entusiasmo popular.
“En Ámsterdam no había un ambiente así desde que vinieron Los Beatles, y antes de eso, solo con Elvis Presley”, dijo un comentarista de televisión. Los jugadores quedaron sorprendidos. “Es como si hubiésemos ganado”, dijo Robin van Persie en medio de una fiesta marcada por ríos de banderas… y de cerveza.
“Y tal vez hay algo de eso. Jamás habría esperado esto, hacen realmente bien”, dijo un emocionado Nigel de Jong, uno de los más criticados del equipo por su brutal patada de karate a Xabi Alonso en la final de Johannesburgo.
Gritos de “¡Viva Holanda!”, estruendo de vuvuzelas y cerca de 180 000 fans cantando y bailando taparon también las penas por la tercera final mundialista perdida por Holanda, después de las de 1974 y 1978.
“Siempre duele cuando uno tuvo la posibilidad de conseguir el título”, admitió el delantero Arjen Robben. Sin embargo, agregó: “un recibimiento como el de ayer ayuda a superarlo”.
La jornada había empezado en la mañana, cuando el Gobierno otorgó la máxima distinción al entrenador Bert van Marwijk y al capitán Giovanni van Bronckhorst. Ambos pasaron a formar parte de la orden de los Caballeros de Holanda, según se informó ayer después de que fueran recibidos por el primer ministro Jan Peter Balkenende, en La Haya.
El entrenador dijo haberse quedado sin palabras ante ese honor. Por su parte, el lateral Van Bronckhorst añadió: “Aún estamos algo decepcionados (por la derrota en la final), pero después de un tiempo podremos pensar en ello con una sonrisa”.
“Por favor, no nos hagan esperar otros 32 años para una final”, rogó Balkenende al equipo holandés, que no llegaba al último partido de un Mundial de fútbol desde Argentina 1978.
“Hoy Holanda demuestra que estamos orgullosos de ustedes”, continuó. El equipo fue recibido también en el palacio Noordeinde, en La Haya, por la reina Beatriz, que agradeció a los jugadores su actuación en el Mundial.
Luego voló en helicóptero a Ámsterdam para realizar el desfile por los canales. La distinción y las celebraciones contrastan con las críticas al duro juego mostrado por Holanda en la final, que incluso el mítico Johann Cruyff calificó de “muy sucio”.
La ‘Celeste’ recibió honores
Decenas de miles de uruguayos desafiaron el frío y tiñeron de celeste las calles de Montevideo, ayer, para rendir tributo a su selección, que obtuvo el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica, en su mejor desempeño en 40 años.
El autobús con la leyenda “Orgullo celeste”, que transportaba a los jugadores y miembros del cuerpo técnico, inició un recorrido de unos 30 km a las 09:30 (de Ecuador) al Congreso uruguayo, donde fueron recibidos por autoridades uruguayas, incluido el presidente José Mujica.
Emocionados, los jugadores saludaban y filmaban a la multitud que ondeaba banderas y saludaba con gritos, aplausos y papel picado el paso de sus ídolos.
“Muchas gracias, Uruguay, por ayudarnos a soñar”, “Gracias por darnos tanta alegría”, eran algunos de los carteles que podían verse a lo largo del recorrido, mientras que otro rezaba: “Uruguay, el país con más gloria per cápita del mundo”.
Al menos 2 000 personas se congregaron desde primeras horas del día frente al Centro de Alto Rendimiento de la Asociación Uruguaya de Fútbol.