Los miembros de la selección tuvieron que bajarse del avión dos veces, debido a fallas técnicas antes del despegue. Foto: Pablo Campos / EL COMERCIO
José Cifuentes fue el último jugador de la selección nacional que bajó desde su habitación hasta el comedor del hotel Hilton Colón de Guayaquil, la mañana del pasado jueves 10 de octubre de 2019. El mediocampista desayunó a las 10:30, luego de que la delegación tuvo que quedarse un día más en la ciudad.
La Tri tenía previsto viajar a las 16:00 de ayer. Su vuelo, en primera instancia, estaba planificado para el miércoles, pero debido a problemas técnicos no pudieron despegar y regresaron al hotel. El domingo jugarán un amistoso ante Argentina, en Elche.
Cifuentes se demoró cerca de una hora en el comedor y luego salió junto a Andrés López, de regreso a sus habitaciones. Evitaron conversar con los periodistas que los esperaban en el loby del hotel, prefirieron descansar.
Diego Cuvi, preparador físico del equipo, reconoció que la delegación -compuesta por nueve jugadores y cuerpo técnico- tuvo horas complejas, debido a la cancelación del vuelo. El inconveniente trastocó la planificación que habían preparado.
“Los chicos se despertaron a las 04:30 (del 9 de octubre), y estuvieron activos hasta las 02:30 (de ayer), cuando llegamos al hotel después de haber bajado del avión dos veces. Perdimos prácticamente dos días”, dijo Cuvi.
Según les explicaron, el avión registró un problema en la carga de combustible, lo que evitó que lograran despegar. Descartó que las manifestaciones y protestas sociales del país hayan incidido en la cancelación del vuelo.
El profesional reconoció que este contratiempo generó un desgaste en la plantilla, que no estaba previsto. Por eso, decidieron darles descanso durante toda la mañana de ayer, hasta que realicen su viaje a territorio español.
“Tenemos que viajar para cumplir con un partido planificado. Las condiciones en las que lleguemos no van a ser las mejores. Vamos a tratar, dentro de las posibilidades, de hacer una práctica ligera antes del partido”, dijo Cuvi.
Cuvi trabajaba en un programa de entrenamiento para reducir el cansancio de sus jugadores, una vez que lleguen a territorio español. Adelantó que los trabajos previo al juego ante los gauchos estarían “enfocados en la parte táctica”.
“Pese a todo, el ánimo está arriba y el grupo unido. Hay mucha camaradería y buen humor, se entiende que son condiciones imponderables”, dijo el preparador físico.
Hasta ayer, los miembros del cuerpo técnico que encabeza Jorge Célico y los coordinadores de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, tuvieron comunicación directa con los jugadores que militan en ligas del exterior y que viajaban directamente a España.
Claudio Campos, coordinador de logística, caminaba por los pasillos del hotel con su teléfono en la mano, enviando mensajes y llamando a los jugadores seleccionados, para explicarles la situación. También se comunicó con el hotel que los esperaba en Elche.
El juego ante Argentina será este domingo, en el estadio Martínez Valero, de Elche, a las 09:00 (hora ecuatoriana). El seleccionado gaucho disputó un amistoso el miércoles ante Alemania, que finalizó 2-2. El equipo de Célico vio el partido por televisión, donde analizó a su rival.