Santos, de Brasil, y Peñarol, de Uruguay, dos de los más tradicionales clubes de fútbol de Sudamérica, definen hoy el título de la Copa Libertadores (19:50 de Ecuador) que para ambos clubes significa revivir antiguas glorias.
Tras el empate sin tantos en el partido de ida de la final jugado la semana pasada en Montevideo, el Santos apuesta sus fichas al apoyo de su hinchada y al regreso de una de sus principales figuras, el mediocampista Paulo Henrique Ganso, quien está totalmente recuperado de una lesión que lo sacó de los últimos partidos de la Libertadores.
Sin embargo, el entrenador Muricy Ramalho declinó informar si Ganso estará en el once inicial o si ingresará durante el partido. En las filas de Peñarol, el técnico Diego Aguirre planea utilizar la fuerza máxima, incluso al delantero Juan Manuel Olivera, quien, pese a una lesión en el brazo sufrida en el duelo de ida, descarta tajantemente la posibilidad de perderse la finalísima.
El equipo uruguayo apuesta además a su tradición copera: se hizo hasta hoy con cinco títulos de la Libertadores (1960, 1961, 1966, 1982 y 1987) -todos conquistados de visita- y disputó otras dos finales del torneo continental, mientras que el Santos fue campeón en 1962 y 1963, durante la era Pelé.
Pese a ello, Aguirre asegura que los brasileños saldrán en ventaja: Santos es favorito, pues está en una posición mejor que la nuestra. Ellos empataron de visita y ahora tienen la ventaja de estar apoyados por sus hinchas. Pero Peñarol está acostumbrado a sorprender, y confío en mis pupilos.
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Para sorprender al adversario, Aguirre orientó a sus jugadores a repetir la estrategia adoptada con éxito en Montevideo: cerrar los espacios para los avances del principal artillero del Santos, el joven delantero Neymar.
Por su parte, en un aparente intento de quitar presión a sus pupilos, el DT brasileño advirtió a la hinchada que colmará hoy el estadio Pacaembú de que no hay favoritos en la finalísima.
“No estaremos enfrentando a un rival cualquiera. Peñarol es un equipo acostumbrado a luchar por el título y a conquistarlo. No hay nada definido”, advirtió.
El partido será arbitrado por el argentino Sergio Pezzotta, quien tendrá como asistentes a sus compatriotas Ricardo Casas y Hernán Maidana. En caso de que el duelo termine igualado los 90 minutos reglamentarios, se jugará una prórroga de 30 minutos. Si el empate persiste, el título de la Libertadores 2011 se definirá en una tanda de penales.