La reglamentación de la Ecuafútbol no ha sido una garantía para evitar hechos violentos en los estadios del país. Las sanciones que impone contra los clubes no han sido suficientes para erradicar enfrentamientos y agresiones entre hinchas y el lanzamiento de objetos a la cancha.
La última modificación reglamentaria que hizo la Federación Ecuatoriana de Fútbol para mitigar la violencia fue en el 2006.
En un congreso extraordinario, los dirigentes decidieron que cuando se registrase el lanzamiento de objetos desde las gradas que impactase a los involucrados en el partido, no se suspendiera el partido inmediatamente. En lugar de aquello, se estableció que se le impidiera jugar como local al equipo cuya barra hubiera lanzado el proyectil.
Según el jurista Oswaldo Paz y Miño la norma es improcedente porque se debe sancionar al responsable del lanzamiento y no a los clubes. “Las sanciones son parte de la normativa, pero no culturizan a los hinchas. Ese debería ser el objetivo de los dirigentes y clubes del país”, considera Paz y Miño, experto en legislación deportiva.
Pero Ecuador Santa Cruz, jurista del Club Sport Emelec y especialista en derecho deportivo, cree lo contrario. Para él, las sanciones son apropiadas, pese a que reconoce que estas no son una garantía para erradicar definitivamente la violencia.
“En Ecuador es una utopía aún pensar en eliminar las mallas metálicas que dividen las gradas de las canchas. Nuestra hinchada es aún muy pasional y no mide sus impulsos”, reflexionó el jurista.
Según el reglamento de la Comisión Disciplinaria de la FEF, para que exista una sanción por el lanzamiento de objetos, este debe constar en el informe del árbitro o en el del inspector del partido.
En las últimas semanas dos hechos han reactivado el debate sobre la seguridad en los estadios. El 21 de agosto pasado, hinchas de Liga de Quito lanzaron a la cancha una llanta durante un partido contra El Nacional. El fin de semana anterior, durante el cotejo contra el Independiente José Terán, supuestos hinchas de Barcelona impactaron con una botella al juez de línea Yonnis Aragón.
Ayer, el abogado de los canarios Leonardo Stagg, defendió la decisión de la FEF de no suspender el estadio Monumental por ese incidente. Sostuvo que el error de la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA) fue “no identificar las localidades asignadas” para la hinchada amarilla.
Según el presidente del club Antonio Noboa, analizará junto a los abogados del club una propuesta para reformar los reglamentos de la Ecuafútbol.