Reinaldo Rueda desató la presión contenida cuando Jefferson Montero anotó el segundo gol ecuatoriano. El estratega ecuatoriano levantó los brazos y luego se abrazó con su asistente Alexis Mendoza.
Había mucha zozobra antes del gol de Montero. ‘Felipao’ había anotado el tanto del empate ante los paraguayos, pero ese gol no era suficiente. En la banca de la Tricolor había mucha preocupación antes de la anotación del extremo del Morelia de México.
Por eso, el festejo tuvo mucha algarabía. Su emoción se desbordó aún más con la tercera conquista. El gol de Montero alivió al entrenador y a sus asistentes. El preparador físico Carlos Velasco se dio la vuelta y empezó a saltar como un adolescente. Alzó los brazos y pidió que los hinchas alentaran al equipo ecuatoriano.
La cuarta conquista, la de humillación alivió a los hinchas y desató los festejos. Al final, los jugadores se quedaron en la cancha e, incluso algunos como Frickson Erazo se tomaron fotos con jóvenes que fueron al terreno de juego.
Noboa fue uno de los que se quedó hasta el final. Destacó la unión del grupo y elogio a sus compañeros. “Somos una familia y eso nos ha ayudado. Debemos enfocarnos en ir al Mundial”.
Rueda también se mostró alegre. “Este grupo ha aprendido y madurado”. También reveló sus preocupaciones antes del partido. “Hasta hoy a las 11 de la mañana (de ayer) tapaba Banguera. Pero hice unas reflexiones importantes. Pero nos dimos cuenta que Alexander es bueno en el juego aéreo”.
No se olvidó de Jefferson Montero, la figura del partido. “Cada día mejora más es muy profundo. Esperemos que siga así en su equipo por el bien de él y de la Selección”.
“Le pedí al Espíritu Santo que me iluminara y tapó Alexander”, agregó el DT de Ecuador.
Además, pidió que el grupo no se relaje. “La meta importante es rematar. Debemos tener equilibrio y no perder la cabeza. No hemos tocado el techo. No podemos conformarnos”.