La práctica concluyó al mediodía del miércoles. Francisco Rojas salió de la cancha y lució agotado.La alta temperatura lo incomodó y buscó un poco de sombra mientras acomodaba sus botines azules. Rojas de contextura mediana y cabello ensortijado bebe unos sorbos de agua y se refresca.
Antes de ir al vestuario en el estadio de Chillogallo, al sur de Quito, bromeó con sus compañeros Lenín Ibujes y ‘Luchini’ Vergara. Ellos se asombraron porque pocas veces lo hace.
‘Pancho’, como le dice su mamá Nancy Rojas , está motivado. El jugador del Aucas que a ratos es explosivo se ha ganado la titularidad en el cuadro oriental.
El director técnico Janio Pinto lo tiene en cuenta para el partido de hoy a las 11:30 en el estadio de Chillogallo con el Centro Juvenil de Esmeraldas. El cuadro oriental es el líder del grupo 2 de la Zona de Ascenso con siete puntos.
Doña Nancy está feliz por el momento de Francisco, quien la semana pasada anotó el gol del triunfo de Aucas ante Ciudad de Pedernales. Además de él, ella tiene otros dos hijos futbolistas: Jefferson, de 24 años, que milita en el Atlético Audaz en la Serie B, y el más conocido: Joao, de 21, que juega en el Emelec.
En la familia también está Miguel, de 9 años, quien sufre de parálisis cerebral. Los tres hermanos respaldan económicamente a su madre y hermano pequeño que residen en El Triunfo (provincia de Guayas).
Los hermanos Rojas ganaron fama en el campeonato barrial Manuel José Calle desde niños. Joao ha sido el que más ha destacado, pero Francisco quiere hacer su propio camino y triunfar en el difícil mundo del fútbol.
A los 17 años, Francisco se probó en el Emelec y Barcelona donde estuvo cuatro meses y luego de no tener opciones se fue al Independiente del Valle. Ahí jugó en el equipo de la reserva y en la Serie B. Desde entonces, el DT Pinto empezó a observarlo.
A mediados de año, cuando el técnico dejó el Independiente y fue al Aucas, pidió su contratación. “Me gusta su forma de jugar. Ayuda en la marca, es solidario, aunque a veces se acelera mucho en la definición”, dijo el técnico.
Antes de cada partido, Rojas llama a sus dos hermanos y les pide consejos. Jefferson trata de hablar con él unas tres veces a la semana. “No me canso de decirle que se porte bien y que haga lo que le pide el técnico”, comenta Jefferson.
Rojas tiene una meta clara y es superar a su hermano Joao quien está en el Emelec e integró la Selección del Ecuador.
El jugador del Aucas vive en Sangolquí con Juan Mejía a quien lo considera como un padre. “Es bueno conmigo y está pendiente de lo que hago”. Él es cristiano y pertenece al grupo de los Atletas de Cristo. La lectura de la Biblia lo entretiene durante sus ratos libres. También se da tiempo para escuchar música o ir al cine a mirar películas de aventura.