Rocafuerte hizo respetar nuevamente su condición de local y se impuso ayer 2 -0 a River Plate. Los goles para los cementeros los marcaron Juan Colamarco y Lorenzo Avilés. Con este resultado, el conjunto que dirige el estratega guayaquileño Humberto Pizarro regresó al segundo lugar de la tabla de posiciones, con 24 unidades. El equipo de la banda roja tiene un punto menos (23) y fue relegado al tercer puesto. Rocafuerte fue superior a River Plate durante todo el compromiso. Manejó la pelota, la administró con eficacia y la rotó por todo el terreno de juego. River, por su parte, presentó un planteamiento netamente defensivo y su único argumento de ataque fue el contragolpe. El compromiso empezó con un juego enredado, principalmente en la mitad de la cancha. La estrategia de los cementeros fue bloquear por completo a Armando Solís, el cerebro en el medio campo de los visitantes. Cada vez que el mediocampista tenía la pelota en los pies e intentaba trasladarla, tres jugadores rivales lo marcaban y le restaban movilidad. Esto hizo que Solís pasara desapercibido durante los 90 minutos. Cuando el jugador desapareció de la cancha también desaparecieron los delanteros, debido a que se quedaron sin su principal abastecedor. Pese a eso, River buscó la manera de generar peligro en el arco defendido por Omar Estrada. A los 30, el delantero argentino Jorge Echenausi falló un penal tras una falta que el central Carlos Castro cometiera sobre él. Tres minutos después, el árbitro pitó otro penal, pero esta vez a favor de Rocafuerte. Juan Colamarco abrió el marcador con un potente y colocado remate. En la segunda etapa, Rocafuerte perdió por expulsión a Javier Molina, pero River no aprovechó esa superioridad. Los locales continuaron atacando y defendiéndose al mismo tiempo y, a los 75’, Lorenzo Avilés marcó el segundo gol.