Roberto Carlos se despidió del fútbol activo

El brasileño Roberto Carlos dejó huérfana la banda izquierda al colgar las botas a los 39 años, la semana pasada, y dejar una huella imborrable en la retina de los aficionados al fútbol y, en particular, del Real Madrid, el equipo de su corazón.

Con apenas 1,68 metros, pero una masa muscular más propia de un velocista jamaiquino, Roberto Carlos pasó a la historia como, quizás, el mejor lateral izquierdo de la historia.

Sus carreras desbocadas por la banda, en las que superaba futbolistas como si fueran viandantes, y sus obuses de falta directa le convirtieron en un futbolista universal, que defendía tanto como atacaba.

Su gran influencia en el juego de ataque revolucionó la posición de lateral en el fútbol. Roberto Carlos fue más atacante que defensa y sus subidas al área contraria causaban pánico en las filas rivales, lo que obligaba a los contrincantes a modificar sus sistemas para poder frenarlo.

Por si fuera poco, el zurdo nacido en 1973, marcó el que, para muchos, es el mejor gol o, al menos, el más espectacular de la historia del balompié.

Poco importa que fuera en un amistoso ante Francia, el 3 de junio de 1997, ya que la parábola que efectuó la pelota cuando fue golpeada con el exterior de su pie izquierdo aún desafía las leyes de la física.

Tras superar la barrera, el balón parece que se va desviado a la izquierda de la portería defendida por Fabien Barthez, pero inexplicablemente la pelota giró sobre sí misma y acabó meciendo las redes tras realizar un arco imposible.

Las imágenes del gol han sido vistas una y otra vez por los aficionados, pero aún siguen recibiendo millones de visitas en YouTube 15 años más tarde.

Pocos pensaban que Roberto Carlos se convertiría en una estrella mundial cuando aterrizó en 1995 al Inter de Milán tras alzarse con dos ligas brasileñas en las filas del Palmeiras.

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