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El técnico Rubén Darío Insúa, su asistente Roberto Oste y el preparador físico David Sánchez acudieron la tarde de ayer a la práctica de Barcelona.
Lo hicieron debido a que la dirigencia canaria no les había notificado por escrito la decisión de separarlos del club.
Insúa y sus colaboradores llegaron cerca de las 14:00 a la concentración canaria. Un hora y media después empezaron a llegar los jugadores para la práctica vespertina y por último lo hizo Harb.
El último contacto que tuvieron los dos fue la noche del jueves pasado. Mantuvieron una reunión en la oficina del directivo que duró cuatro minutos y en la que Harb le comunicó que el Directorio, en una reunión previa, había decidido rescindirle su contrato.
Harb le dijo que le había faltado el respeto a la dirigencia con sus declaraciones. Ante esto el estratega le respondió que le pagara su indemnización y que solo después de aquello se iba.
Insúa y sus asistentes ganaban un sueldo mensual de USD 38 000. Su contrato con el club tenía vigencia hasta el 31 de diciembre de este año, por lo que a la dirigencia canaria le tocará pagar un resarcimiento de cerca de USD 342 000.
El Presidente torero anunció ayer que el secretario del club, Miguel Ángel Loor y los representantes legales de la institución se reunirán con Insúa y sus colaboradores para buscar una salida legal a la relación que tenía con el club. “El principio de autoridad del club no tiene precio, así que enviaremos a nuestros representantes para que hablen con Insúa”.
En los exteriores del estadio Monumental se vivió un ambiente de tensión la tarde de ayer. Quince miembros de la Policía Nacional resguardaron el lugar tal como lo hicieron durante la rueda de prensa en la que se anunció la salida del técnico.
Las puertas del escenario deportivo permanecieron cerradas y no hubo acceso para los periodistas que esperaban cubrir la despedida de Insúa.
Se conoció que en la cancha alterna del Monumental, Harb tuvo una reunión con los jugadores en la que les explicó las razones de la salida del cuerpo técnico.
Por la mañana, David Sánchez dirigió el entrenamiento físico del equipo en un gimnasio del norte de Guayaquil. Hasta las 12:30, él desconocía detalles de la decisión del Directorio, pese a que la noticia ya era pública.
Los jugadores tampoco conocían nada y algunos prefirieron no hablar. El capitán Iván Hurtado manifestó que toda la plantilla iba a esperar que el Presidente del club los notificará oficialmente para emitir un comentario. Pese a esto dijo que el malestar y la preocupación en la plantilla son generalizados.
El ‘Bam Bam’ a diferencia de otra ocasiones, fue el primero en llegar al Monumental y trascendió que mantuvo una reunión con Insúa y sus colaboradores.
A la salida de Insúa se sumó la de Mario Torres. Él era el presidente de la Comisión de Divisiones Inferiores del club y ayer presentó su renuncia en rechazo a las declaraciones de Harb y a la decisión del Directorio.