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Un reloj, una pelota y un baúl verde, estrellas mediáticas en Yokohama

Un oficial de la FIFA muestra la nueva tecnología en la línea de gol, desarrollada por GoalRef, para la prensa en Yokohama. AFP

Un oficial de la FIFA muestra la nueva tecnología en la línea de gol, desarrollada por GoalRef, para la prensa en Yokohama. AFP

"Traten de no mover la caja verde que hay detrás de la portería". Un portavoz de la FIFA advierte a las decenas de periodistas que se han dado cita en Yokohama a la presentación del sistema de tecnología en la línea de gol que se probará en el Mundial de Clubes.

La escena parece más un preestreno de una superproducción cinematográfica de Hollywood que de un evento futbolístico.

No hay estrellas de cine de carne y hueso, pero la prensa quiere hacer fotos a los protagonistas del programa tecnológico que marca un hecho histórico en fútbol, ya que los colegiados contarán por primera vez en este Mundial que comienza el jueves con ayuda en jugadas dudosas sobre sí el balón superó la línea de gol.

Un reloj digital de pulsera que irá en la mano del árbitro, un balón equipado con elementos de transmisión de datos y un baúl verde metálico detrás de la portería, que contiene toda la unidad procesadora del programa tecnológico, se llevaron todos los focos este miércoles en el Estadio de Yokohama.

Las estrellas no eran Leo Messi o Cristiano Ronaldo, ni tan siquiera los jugadores del Auckland City neozelandés y del Sanfrecce Hiroshima japonés, que el jueves serán actores secundarios en el primer partido del Mundial de clubes ante la presencia de cuatro invitados particulares, un reloj, una pelota, un baúl verde y unos sensores colocados en los tres palos de la portería.

Ingmar Bretz, el técnico alemán responsable del programa elegido por la FIFA para ser probado en los partidos que se disputen en Yokohama en el Mundial de Clubes, posa paciente ante los fotógrados y atiende las solicitudes de entrevista de televisiones de todo el mundo.

"Las antenas y el baúl están preparados para recibir impactos fuertes de disparos de futbolistas profesionales y en los dos años que hemos estado probando el sistema hemos tenido todos tipo de acompañantes meteorológicos, desde lluvia hasta nieve", afirma Bretz con palabras tranquilizadoras sobre la fiabilidad y resistencia del programa.

Mientras Bretz sujeta con sus manos el reloj de pulsera que llevarán el árbitro y sus ayudantes, su compañero Thomas Pellkofer, que también trabaja en la misma empresa alemana con sede en Nuremberg, lanza otra pelota a las redes.

En el momento que el esférico supera completamente la línea de gol, el baúl verde manda un mensaje visual al reloj y en la pequeña pantalla de la pulsera aparece la palabra 'Goal' al tiempo que vibra, enviando dos señales inequívocas al árbitro que se ha anotado un tanto.

"Llegué hace una semana para hacer pruebas y estamos muy excitados con este evento. Puede ser que haya jugadas dudosas en las que se necesite la ayuda del programa y puede que no, vamos a ver lo que pasa", afirma Bretz, tranquilo de la fiabilidad que le ofrece este programa al que han bautizado con el nombre de GoalRef.

Este sistema es uno de los dos que probará la FIFA en el Mundial de Clubes. El otro será el británico Ojo de Halcón, que ya se utiliza en el tenis. Un sistema informático que genera una imagen de la trayectoria de la pelota, a través de cámaras de alta velocidad, que envía una señal al árbitro cuando entra el balón en el arco.

El Ojo de Halcón se probará en los partidos de Toyota mientras que el GoalRef lo hará en los de Yokohama, entre ellos el partido inaugural del jueves entre Auckland y Sanfrecce, la semifinal que jugará el Chelsea y la gran final.

Ambos serán protagonistas de un avance histórico en el mundo del fútbol aunque uno solo será el elegido para ser utilizado en la Copa de las Confederaciones de Brasil-2013.