NO serán pocas las familias futboleras de la ciudad de La Plata que mirarán el comienzo de la Copa América con cierto dolor y hasta con indiferencia.
Por más que juegue Messi, por más que la Selección argentina debute ante Bolivia y que se verá, durante 24 días, el mejor fútbol continental, el ambiente de tristeza inunda a aquellos hinchas de Gimnasia y Esgrima de La Plata, que descendió a la Nacional B ante San Martín, de la provincia de San Juan.
Por lo menos, La Plata lucirá tranquila. Al cierre de esta edición no hubo disturbios como los del domingo pasado cuando bajó River Plate, en una semana que deja al fútbol de Buenos Aires sin clásicos, mientras que equipos tradicionales van cediendo lugar a cuadros del interior o los considerados chicos pero con mejor administración.
De cualquier modo, las expectativas van creciendo por el inicio del torneo más importante del continente. Las entradas están totalmente agotadas para el partido inaugural y los organizadores han recibidos por lo menos 5000 solicitudes de acreditación para la prensa. Argentina es la gran candidata por dos obvias razones: ser local y por su nómina de estrellas, entre ellas, Lionel Messi, el mejor jugador del mundo. Para los argentinos, Messi es aún una cuenta pendiente. Vistiendo la celeste y blanca no es el mismo que alucina al mundo con la camiseta de Barcelona.
Quizá Sergio Batista sea el que encuentre la fórmula que no pudieron José Pekerman, Alfio Basile ni Diego Maradona para que ‘la pulga’ explote. Ya lo logró cuando lo dirigió en los Juegos Olímpicos de Beijing para la medalla de oro. En ese entonces, lo que asombraba del ‘checho’ es que pudo armonizar un grupo plagado de figuras y sus egos, desde el mismo Messi y Juan Román Riquelme.
Si Messi es la gran esperanza argentina, Carlos Tevez, con quien compartirá el ataque, es la gran alegría del pueblo. Todo indicaba hace poco que Batista ni siquiera lo iba a convocar cuando el ‘apache’ no participó de un partido amistoso. Seguramente los pedidos a través de las redes sociales conmovieron al técnico para incluirlo en la lista. Limaron las asperezas y a solo dos días del debut, Tevez ya forma parte del equipo titular, dejando en el banco a Ángel di Maria.
Un tridente ofensivo que se completa con Messi y Ezequiel Lavezzi será la esperanza argentina en este torneo para levantar la copa que le ha sido tan esquiva desde 1993, con dos finales –las últimas- perdidas nada más y nada menos que ante su gran rival: Brasil.