El jugador del Barcelona Gerard Piqué podrá jugar el clásico del 10 de diciembre ante el Real Madrid al recibir hoy sólo una sanción de un partido por acumulación de tarjetas amarillas.
Piqué forzó el martes ante el Rayo Vallecano una tarjeta amarilla por pérdida de tiempo, cuando su equipo ganaba ya por 4-0, lo que significó su quinta amonestación y la suspensión de un encuentro que cumplirá mañana ante el Levante.
Piqué forzó la amarilla para llegar “limpio” al partido del Santiago Bernabéu. Desde esta temporada, en España se castiga con dos partidos de suspensión a todo aquel jugador que fuerce una tarjeta si el árbitro lo indica en el acta del encuentro.
El juez del encuentro ante el Rayo Vallecano no incluyó ninguna observación al respecto, por lo que Piqué quedó exento de un castigo mayor que el que acarrea la acumulación.