El tema del goleador en la Selección de Perú es complicado. Eso a Claudio Pizarro no le cae bien, le irrita. Su respuesta es directa: “No me interesa ser goleador, mi obsesión es ir al Mundial de Brasil.
“De nada vale que yo haga goles si el equipo pierde y no clasificamos. Eso pensamos todos en el equipo”, dijo ayer el capitán en la conferencia de prensa que se hizo en el Estadio Nacional.
“Basta con ese tema, por favor”, remató el ‘Bombardero’, que juega en el Werder Bremen alemán, muy enérgico. El futbolista señaló que jugar con Paolo Guerrero, Jefferson Farfán y Juan Vargas será bueno, pero que hace tiempo no lo hacen juntos y tienen que recuperar el toque. “Esperemos que sea espectacular”, agregó.
Perú desborda optimismo para el partido de hoy con Paraguay, en el debut de ambos equipos en la eliminatoria hacia el Mundial del 2014. El juego será dirigido por el argentino Sergio Pezzota, en el Estadio Nacional de Lima.
Los paraguayos han cogido de amuleto a Salvador Cabañas, quien acompañará a la Selección en toda la eliminatoria.
Ellos no necesitan chamanes ni brujos, solo el aliento de un viejo compañero. Salvador Cabañas acompañará a su Selección en su debut en las eliminatorias en Lima. “Salvador forma parte del grupo y la idea es que esté en todos los partidos. Es una manera de tenerlo junto al plantel y que él pueda sentirse bien”, confirmó Francisco Ferreyra, gerente deportivo de la Selección guaraní.
Esta historia de cábalas y buena suerte entre el goleador guaraní y su Selección comenzó poco después de que el jugador recibiera un balazo en la cabeza en el baño de un bar en México en enero del año pasado, cuando el equipo paraguayo antes de cada partido empezó a llamarlo por teléfono.
Durante el Mundial de Sudáfrica, las llamadas se hicieron más seguidas y varios jugadores adquirieron como cábala escuchar el aliento del goleador a través del hilo telefónico justo antes del saltar al campo de juego.
Hacía muchos años que en el Perú no se respiraba tanto optimismo, gracias a la presencia de todo el plantel básico y la llegada de un DT experimentado como el uruguayo Sergio Markarián.