El peor rival del D. Quito es el D. Quito

El estadio Atahualpa, vacío. Álex Colón cobra un tiro de esquina ante un escenario desolado. El Quito estaba sancionado y por eso recibió al Barcelona sin aficionados. Fotos: Paúl Rivas / EL COMERCIO

El estadio Atahualpa, vacío. Álex Colón cobra un tiro de esquina ante un escenario desolado. El Quito estaba sancionado y por eso recibió al Barcelona sin aficionados. Fotos: Paúl Rivas / EL COMERCIO

Cuando Rubén Insúa, técnico del Deportivo Quito, se presentó a la conferencia de prensa, la derrota 2-1 ante Barcelona pasó a segundo plano. El estratega explotó nuevamente. Reclamó públicamente a la directiva por su incumplimiento en el pago de salarios y reveló las molestias que ha sufrido con sus jugadores.

"Estamos completamente abandonados". "A los jugadores han ido a cobrarles las deudas hasta el complejo de Carcelén". "Cuando dije que me va tocar ir a dormir en el parque La Carolina lo hice por la bronca que tenía, ya que yo tampoco he cobrado un centavo". Estas fueron algunas de las expresiones del estratega argentino con evidente molestia.

Insúa estuvo tan fastidiado que, a diferencia de otras veces cuando prefiere evitar el tema económico, ayerse enfocó en los problemas que tiene parar entrenar a sus pupilos y en dirigir en el torneo.

Para jugar con Barcelona, los integrantes del plantel chulla arribaron por su cuenta al estadio. Ellos decidieron, otra vez, no concentrar para este cotejo. Poco a poco empezaron a juntarse en el monumento que está en la entrada principal.

Insúa recién dio la charla técnica a las 10:11 en el camerino. "No sabía con quién podía contar", explicó el DT. Es decir, apenas pudo rediseñar la táctica para intentar seguir de cerca a los punteros. Sus intentos fueron en vano, porque Barcelona fue superior en el primer tiempo y allí sacó la ventaja.

El primer tanto se dio en un remate del lateral Roosevelt Oyola y que Jorge Guagua metió en su propio arco al tratar de evitar el remate de Wilder Medina. Luego, Michael Arroyo sacó un potente remate desde unos 23 metros para sorprender a Fabián Carini.

Al final de los 45 minutos, los canarios se fueron al camerino como los claros dominadores. Mientras que en las gradas, Fernando Mantilla, presidente del club azulgrana, observó inmóvil el cotejo.

El principal directivo arribó 30 minutos antes del inicio del partido, vestido de negro, en compañía de su esposa y de otros dirigentes. Esperó en la entrada principal y allí admitió que los jugadores no concentraron porque no se les canceló una parte de la deuda el viernes, como habían acordado.

"Quedamos en hacerlo este martes. Los patrocinadores tampoco nos pagaron y eso nos complicó", expresó Mantilla. Luego ingresó al palco y observó cómo su equipo era incapaz de contener a un Barcelona con mayor juego colectivo.

El descuento que consiguió Xavier Chila en el segundo tiempo, no tapó esa diferencia futbolística entre uno y otro equipo. Antes del partido, Insúa ya había lamentado que sus pupilos no pudieron entrenarse durante 10 días.

"Me da más pena por los hinchas", agregó Insúa. Ayer el cotejo se jugó sin público y esto significó una pérdida aproximada de USD 100 000 para los capitalinos.

Matías Oyola El volante volvió a ser titular y fue influyente El volante y capitán de Barcelona, Matías Oyola, volvió a la titularidad tras superar una lesión. El argentino-ecuatoriano fue clave en el partido porque supo regular los tiempos en el medio campo. Marcó y proyectó a los jugadores creativos con pases horizontales o verticales. Mostró buen estado físico porque corrió la cancha de lado a lado. Anuló a Álex Colón y a Robert Flores junto con Carlos Gruezo.

Álex Colón El volante chulla tuvo chispazos en la cancha El volante creativo Álex Colón mostró altibajos ayer en su juego. Durante el primer tiempo no generó mayor peligro con su talento y calidad para habilitar. Fue controlado fácilmente. En la segunda etapa se soltó más con el ingreso de David Quiroz y así intentó juntarse con Federico Nieto. Realizó dos buenas gambetas, pero no fue suficiente. Colón está lejos del nivel que mostró, sobre todo, en la primera etapa del torneo.

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