En el carro Ford Explorer de Pedro Quiñónez siempre se escucha salsa. Un día Frankie Ruiz lo alegra con temas como La cura y La rueda y otros, como ayer, Gilberto Santa Rosa lo enamora con sus dos canciones preferidas: La conciencia y Me volvieron a hablar de ella. Son sus dos cantantes predilectos y sus cuatro canciones favoritas.
Entre sus discos (todos de salsa) aparece también uno con las canciones alusivas a Emelec. Se lo regaló un hincha eléctrico un día antes de que sufriera la luxación en la clavícula que lo dejó sin actividad por un mes.Mañana volverá al medio campo millonario frente a la Universidad del San Martín (Perú). Este será su debut en la Copa Sudamericana con los azules. Él jugará en el centro del campo de juego, junto a David Quiroz.
El volante esmeraldeño, de 24 años, se siente emelecista desde que llegó al club a inicios de año. La hinchada también lo ve así. Giuseppe Cabana, líder de la barra Boca del Pozo, afirma que Quiñónez se metió en el corazón de los hinchas en el primer partido que jugó con la divisa azul. “Nosotros valoramos al jugador que tiene carácter y es aguerrido dentro de la cancha”.
Dentro del grupo es quien inyecta alegría en las concentraciones, en los camerinos y en los viajes. El técnico Jorge Sampaoli lo identifica como una fuente de motivación constante para sus compañeros. “Siempre los anima con palabras positivas”.
Es un motivador innato. El domingo pasado, después de la gresca que se produjo luego del partido con el Deportivo Quito, en los pasillos del estadio Olímpico Atahualpa, fue el primero en llamar al argentino Leandro Torres para mostrarle su solidaridad. “No esperaba su llamada, pero lo hizo y me dijo que no pierda la concentración por eso”.
Su carácter es otra de sus cualidades, no solo dentro de la cancha. “Fuera sigue siendo el jugador correcto, sincero y humilde, que se conmueve con todo”, asegura Eddy Tigua, utilero del club.
Quiñónez no solo es el eje del medio campo eléctrico sino también el referente gastronómico dentro del grupo. Su amor y su gusto por la cocina esmeraldeña lo conserva desde los 14 años, cuando su mamá le enseñó a preparar el tradicional encocado. Hoy no hay un jugador de Emelec que no haya probado “la sazón de Pedrito”, como la llama el arquero Marcelo Elizaga.
Los jugadores extranjeros son sus ‘comensales’ preferidos. Quiñónez recuerda que cuando el argentino Santiago Biglieri probó por primera vez el encocado estaban en su casa. “Había otros jugadores pero se me acercó y me dijo al oído que le dé un poquito para llevar, porque no había probado en su vida algo más rico”, confesó el mediocampista.
Su contrato con los millonarios finalizará el 31 de diciembre próximo. Sus derechos deportivos pertenecen al club Santos Laguna de México.