No mide más de 1,68 metros. Le gusta caminar rápido para aprovechar su tiempo al máximo.
Cuando labora en la Casa de la Tricolor, el galeno Patricio Maldonado destina la mañana a realizar exámenes, mientras que en la noche visita a los seleccionados.
Aunque su agenda es apretada, de vez en cuando se detiene para contar a los periodistas sobre el beneficio de consumir carbohidratos. “Te ayuda a brincar de un lado a otro. Da energía”, expresa.
Puede destinar también un par de minutos a revisar las radiografías de la rodilla de un camarógrafo para darle un diagnóstico y sugerirle unas pastillas.
Eso fue lo que hizo el médico de la Tricolor, el 29 de mayo, a las 11:30, al salir de la Casa de la Selección. A esa hora, el seleccionador Reinaldo Rueda daba una charla técnica a sus pupilos.
Maldonado sonríe poco, pero es amigable. Eso sí, le fastidia hablar sobre rumores vinculados a la Tri. Sin sonar grosero, Maldonado pide que primero se informen bien antes de formular una pregunta a los que están a su alrededor.
“No hay que soltar cualquier información porque confunden a la audiencia”, comentó.
Esas son las posturas que identifican al galeno que en noviembre próximo cumplirá 15 años trabajando para la Tricolor.
Ese tiempo en la Selección le ha permitido conocer al detalle a varios jugadores. Él ha tratado y curado las dolencias musculares de Iván Kaviedes, Iván Hurtado, Edwin Tenorio, José Francisco Cevallos, Agustín Delgado…
En estos días, realiza visitas médicas a los tricolores Antonio Valencia, Walter Ayoví, Jefferson Montero, Joao Rojas…
Con ellos y con los ex tricolores, Maldonado mantiene una buena relación de amistad. “Pancho (José Francisco) Cevallos nos llama y conversamos, pero no ha venido a visitarnos”, dice el galeno.
A pesar de la fama que poseen, el médico dice que los seleccionados son sencillos y que siguen soñando. Después de hacer ese comentario, inmediatamente se le viene a la mente la imagen de Cevallos, actual ministro de Deportes. Maldonado cierra los ojos y recuerda al ex arquero de la Tri y de Liga (Q) acostado sobre una cama, en el momento que le decía que anhelaba ser directivo de fútbol. “Y hoy dirige el deporte de todo un país”, dice el galeno.
Los triunfos de los jugadores son suyos también. Así fue como celebró el gol que Kaviedes anotó en la clasificación de Ecuador al Mundial de Corea-Japón 2002.
Ese es el momento más hermoso que guarda de su carrera junto a la selección. A partir del 7 de noviembre del 2001, el médico dice que los jugadores dejaron de usar una chompa sobre la casaca tricolor. “Eran tiempos con mucho racismo. Hoy, por suerte, es diferente. Hoy están orgullosos”.