Faltan pocas horas para el partido con Ecuador, pero en los bares, en las oficinas, en el colegio o entre amigos, pero la Selección argentina no es un tema prioritario en las conversaciones de los porteños. Así al menos se comprueba en los diálogos mantenidos con algunos argentinos para quienes el fútbol es uno de los ejes de su vida.
Todos coinciden en que van a ver el partido, que no se lo van a perder, pero aquello de que los jugadores de Argentina buscan reencontrarse con la gente es algo que todavía deberán demostrar.
“Mi hijo, que anda por los 14 pirulos (años), que quiere ser periodista deportivo, que está clavado todo el día viendo fútbol, lee todo el tiempo de fútbol dice ‘ni me va ni me viene el partido de la Selección’”, cuenta Juan Morales.
Los Morales son hinchas de River y su prioridad es volver a la A, algo que vale mucho más que una clasificación al Mundial. Al menos por el momento.
“Ya no tengo para nada esa ansiedad con la Selección. Antes pensaba toda la semana, nos organizábamos los amigos algún asado. Hasta ahora nadie ha dicho nada y creo que lo voy a ver solo en casa”, dice por su parte Agustín Trotta, hincha de Vélez.
A pesar de esa frialdad, a los consultados no les sorprende que se hayan agotado las 42 000 localidades (1 800 destinados para los ecuatorianos) que se pusieron a la venta. “Siempre va a ir gente a la cancha. Acá se pasa el fútbol por televisión de aire y los estadios se llenan igual”, se ríe Trotta.
“Lo que pasa es que ni siquiera el técnico nos transmite mucho. Es de perfil tan bajo que nunca dice algo que está demás. Imagínate cuando teníamos a Marcelo Bielsa, a Maradona, al Checho Batista. Siempre decían algo que nos daba manija para discutir todo el tiempo. Ahora ni siquiera eso tenemos”, dice Morales.
En lo táctico, las dudas de Alejandro Sabella giran en torno al esquema táctico. Le seduce la idea de atacar con tres delanteros al contar con nombres como Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio ‘Kun’ Agüero. Pero en su convicción táctica, el 4-4-2 es más equilibrado de lo que podría ser un 4-3-3, por más buenos delanteros que disponga.