Luego de la definición por penales que sentenció la victoria guaraní, futbolistas y colaboradores de ambos seleccionados se enfrentaron a golpes de puño, por lo que tuvo que intervenir la policía mendocina.
El partido entre Paraguay y Venezuela por las semifinales de la Copa América tuvo tan poco de fútbol que lo que más sobresalió del encuentro fueron los incidentes que se produjeron una vez consumada la victoria guaraní en los penales.
En pleno festejo de los jugadores paraguayos, futbolistas de la Vinotinto comenzaron a perseguir a Néstor Ortigoza, que durante el alargue tuvo chispazos con algunos jugadores venezolanos.
A partir de ahí la gresca se generalizó entre futbolistas y algunos colaboradores de ambos equipos, por lo que tuvo que intervenir la policía mendocina.